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Los cortes de luz y agua se hicieron sentir en numerosas barriadas de Tucumán. Estos problemas son permanentes pero se agravan en verano. La ola de calor y los picos excepcionales de contagios por Covid se transformaron en un detonador de la bronca de los vecinos. En distintas zonas se realizaron piquetes para exigir inmediatas soluciones.
En el caso del servicio eléctrico venimos, además de un mes caliente en tanto a los cortes habituales por el aumento del consumo del verano, se le sumaron cortes rotativos en casi toda la provincia por la rotura de un cable. EDET cargó las responsabilidades sobre la SAT, la empresa a cargo del servicio del agua, que en una obra ocasionó el problema.
Como sucede en todo el país, estas empresas parásitos no hacen las obras para garantizar los servicios y se llenan los bolsillos con los millonarios subsidios que reciben y las altas tarifas que pagamos las familias trabajadoras. Los gobiernos que son parte del negociado solo alardean frente a las quejas y reclamos. Desde el Polo Obrero Tendencia, en las barriadas donde tenemos núcleos, intervenimos llamando a asambleas vecinales y llevamos la propuesta de impulsar piquetes y concentraciones en las comunas y municipios. Se colocaron también en los petitorios otras problemáticas que afectan a los vecinos como la falta alumbrado público y el deficiente servicio de recolección de la basura, el abandono a las familias aisladas por covid.
En Alderetes, ciudad contigua a la capital y que integra el aglomerado tucumano, se organizaron vecinos de siete barrios que surgieron de una gran toma de tierras de hace 10 años. Resolvieron cortar el acceso el principal acceso a la ciudad para exigir soluciones a los distintos problemas. El viernes 14 salieron con determinación y firmeza a realizar la medida. La noche anterior funcionarios del municipio se comunicaron con los delegados para ofrecer una reunión a cambio de no cortar. Los vecinos votaron instalarse al costado de la avenida y enviar una comisión a reunirse con el gobierno municipal. Después de casi una hora de espera sin ser atendidos, cortaron las tres calles de acceso a la ciudad y pese a la temperatura de 40° mantuvieron la medida hasta pasado el mediodía que culminó la reunión. El funcionario que los recibió aceptó los puntos del reclamo y tomó el compromiso de algunas soluciones inmediatas.
En Los Ralos, luego de tres días sin agua en todo el pueblo, el Polo Obrero Tendencia llamó a una asamblea de vecinos en la plaza del pueblo para debatir qué hacer. En esta también se presentó el Polo Obrero (O). Sin mucho trámite se votó marchar al día siguiente a la Comuna. Con la bronca en todas partes, más de 200 personas concentraron temprano en la plaza y se marchó a la Comuna. Sin respuestas inmediatas por la ausencia del Delegado Comunal se las agitaron las denuncias de los vecinos y se votó cortar la ruta a un la entrada del pueblo para hacer llegar la protesta al gobierno provincial. Esta acción decidida de los vecinos y las organizaciones apuraron la solución a la falta de agua. Más allá de los descargos en las redes del funcionario de la comuna, el servicio comenzó a volver a las casas pasado el mediodía.
A partir de estas experiencias, y de otras protagonizadas por vecinos autoconvocados, es importante tomar nota de la situación de hartazgo de los trabajadores frente al cuadro de crisis social, sanitaria y habitacional y la necesidad de darle una expresión organizada. Vayamos por asambleas en las barriadas para discutir las problemáticas de las familias, votar planes de lucha y la necesidad de la coordinación para golpear con el mismo puño a los responsables. En los pliegos debemos incorporar la exigencia de la apertura de las cuentas de las empresas que responsables de los servicios para poner al descubierto sus negociados y exigir así la estatización bajo control de los trabajadores y usuarios.
