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La información de que los trabajadores del SUTNA de Bridgestone-Firestone recibirán un bono no remunerativo de 730.000 pesos ha causado un impacto periodístico y popular. El pago a recibir se basa en un convenio de participación en las ganancias de la empresa firmado en el 2001 por la entonces dirección del SUTNA, en manos del burócrata Pedro Wasiejko. Aquel acuerdo señalaba que “el cumplimiento del objetivo económico (de la empresa) requiere de la máxima colaboración de todos y cada uno de los trabajadores” A partir de allí, se estableció que “los trabajadores participan del 33 por ciento del excedente de la ganancia neta ordinaria libre de impuestos que supere el 6 por ciento de la facturación anual”. En 2001, ese convenio fue la contrapartida de la convalidación de despidos masivos y rebajas en las condiciones de convenio aprobadas por la anterior dirección del SUTNA. Por aquel entonces la firma había amenazado con cerrar la filial en Argentina. Esa “participación en los beneficios”, por lo tanto, vino acompañada de una derrota obrera.
Si de flexibilización se trata, el “bono por ganancias” debe ser caracterizado en su función política y sindical. El cobro de este bono anual no remunerativo está condicionado a la producción y a las ganancias -que los trabajadores no tienen condiciones para verificar. Pero principalmente, constituye un pretexto para avanzar en los ritmos de producción y la sobreexplotación laboral. El “bono por ganancias” refuerza a un régimen laboral que convierte al salario en un costo flexible y no en la remuneración de la fuerza de trabajo en función de las necesidades objetivas de la canasta familiar, la cual no puede depender de los ciclos comerciales de la patronal. Este tipo de acuerdo, firmado por la anterior dirección del SUTNA, es una adaptación del salario obrero al vaivén de los negocios capitalistas.
Dicho esto, hay que señalar que la corriente de Wasiejko, ni en la sección Lavallol ni cuando condujo el gremio, se preocupó en asegurar la percepción de este premio. El bono se cobra luego de que la actual dirección seccional –que recuperó el gremio de manos de la burocracia en la elección de 2021- y el SUTNA nacional llevaran adelante un reclamo en este plano. Antes, la burocracia seccional –y Wasiejko en el SUTNA central- habían mirado para otro lado frente a los incumplimientos de Bridgestone, ni qué decir frente a su ofensiva flexibilizadora.
La percepción de este bono, en este cuadro, debe reforzar la disposición de lucha de todos los compañeros del Bridgestone y del neumático, a condición de que señalemos la función estratégica de los acuerdos por “ganancias” y "productividad” y le opongamos la lucha por el básico igual a la canasta familiar, la asimilación de todos los premios o sumas no remunerativas al básico, el control obrero de los ritmos de producción y de los libros de la patronal y la defensa de las conquistas del convenio.