Trabajadores de la salud: por un plan de lucha en serio para derrotar a Larreta

Escriben Florencia Suárez y Lucía Guevara

200 mil pesos de inicial para la salud pública.

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Se cumplió una nueva jornada del paro de 36 horas convocado por el sindicato de Médicos Municipales (AMM) en medio de la discusión paritaria. La medida había sido pactada hacía quince por las dos listas que la semana pasada se disputaron la conducción de la AMM –Gilardi, cercano a Larreta, y Rojo, del PJ-kirchnerismo, pero aliado a Franja Morada en Medicina de la UBA. Tras más de 20 años al frente de la AMM, la derrota por paliza de Gilardi (su lista fue duplicada en votos por la de Rojo) expresó la bronca de médicas y médicos por el sistemático derrumbe del salario, paritarias a la baja a repetición, falsos aumentos en cuotas eternas, cifras en negro no remunerativas, sobrecarga laboral por pandemia y un largo “como si” de medidas aisladas para la tribuna.

La lista de Rojo hizo demagogia para capitalizar este descontento, pero se cuidó muy bien de no incentivar asambleas en los hospitales. Denunció una “paritaria clandestina” entre Larreta y Gilardi, pero se inhibió de formular un reclamo por un monto preciso. Vale para Rojo la teoría de Baglini –la derechización por cercanía al poder. En 2020, reclamaba un “100% de aumento del salario neto”. Hoy, a pesar de que en la paritaria de 2021 se perdió un nuevo 5% contra la inflación punta a punta, su consigna es por “salarios dignos”, una categoría moral que nadie sabe qué significa. El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, que hizo campaña por Rojo, cerró un 44% en cuotas con la “disconformidad” de CICOP.

Tras rechazar la oferta del 40% en cuotas firmada entre Larreta y Sutecba, Gilardi reclamó un “aumento por encima de la inflación”, sin aclarar si se refiere a la pasada o a la futura –que nadie conoce con exactitud, pero al ritmo actual superaría el 65%. ATE se acopló al paro de AMM con una formulación similar, aunque más modesta: “aumento acorde a la inflación”. El problema de estas consignas es que naturalizan la fenomenal poda salarial, que en los últimos cinco años alcanza al 65% del poder adquisitivo. La necesaria indexación salarial por inflación no debe partir de la empobrecida base actual, sino de un sueldo inicial igual al costo de la canasta familiar, que en CABA se calcula en 200 mil pesos. Es la consigna que votaron en asamblea residentes y concurrentes y por la que se movilizaron al Ministerio de Salud en la ex Jefatura porteña.

La Federación de Profesionales, dirigida por una alianza que va del kirchnerismo al MST, se colocó por detrás de los hechos, llamando a parar solo las últimas 24 hs de la medida de 36 convocada por la AMM. A pesar de que reclama ser incluida en las negociaciones paritarias, Federación también se abstuvo de elevar un reclamo claro, más allá de la abstracción de un “aumento del sueldo básico a todo el equipo de salud”. En la búsqueda de lograr la invitación del gobierno porteño a la mesa de negociaciones, Federación evitó promover asambleas y cumplió el paro sin ninguna propuesta de movilización.

En los últimos días, el gobierno nacional se reunió con varios sindicatos para modificar el esquema de las paritarias anuales en cuotas. Frente a la escalada inflacionaria, negocian paritarias cortas, por un período de tres o cuatro meses, para crear la ilusión de una equiparación de precios y salarios. UPCN en Nación y Sutecba en CABA ya pidieron la reapertura de sus paritarias, largamente superadas por la realidad. La suba de alimentos y combustibles provocada por la guerra todavía tiene un largo trecho por delante, mientras que el gobierno nacional se prepara para ejecutar los tarifazos en los servicios que pactó con el FMI.

En este escenario, la lucha por el salario se vuelve crucial. Para ello es necesario un planteo que postule recuperar lo perdido y sumar la inflación presente y futura, a través de una indexación mensual que parta de un mínimo de 200 mil pesos. Conquistar esta reivindicación requiere de un plan de lucha en serio, coordinado a través de asambleas por hospital que unan a trabajadores de carrera profesional y escalafón, como las que vienen organizando los suplentes de guardia y residentes y concurrentes. Hasta Sutecba debió convocar a asambleas por hospitales esta semana, luego de que un paro autoconvocado paralizó el Hospital Tornú y logró la reincorporación de los cargos de enfermería creados durante la pandemia y recientemente dados de baja por el gobierno.

La APSS (Trabajo Social) viene exigiendo a Federación la convocatoria a un “congreso extraordinario” para debatir el pliego paritario y un plan de acción, pero de lo que se trata es de poner este ‘congreso extraordinario’ en práctica a través de reuniones, plenarios y asambleas en cada hospital y centro de salud. La mera ‘exigencia’ a las conducciones alineadas con los gobiernos juega un papel paralizante. De lo que se trata, es de organizar y unir en la lucha a los trabajadores de la salud, sin distinción de encuadre contractual o gremial.

La pelea por el salario se da en un contexto de ajuste general en la salud, que incluye a los puestos de trabajo aun cuando la pandemia está lejos de terminar, con nuevos picos y restricciones que van de Shanghai a Filadelfia. El ministro Quirós reconoció que es inevitable un brote de la subvariante de Ómicron “BA.2”, a pesar de lo cual el gobierno porteño decidió despedir a miles de contratados precarios que cumplieron funciones durante la pandemia y apunta a un cierre definitivo de los 1.500 cargos de concurrencia, en un golpe brutal al sistema público de formación profesional. En el Muñiz, como en otros hospitales, el recorte incluyó también puestos de residencia.

Los trabajadores de la salud fuimos llamados “esenciales” solo para descargar sobre nuestros hombros la catástrofe sanitaria, mientras los gobiernos se encargaban de conducir nuestros salarios al subsuelo. La paritaria pondrá a prueba a la nueva conducción de la AMM, pero la defensa del salario y las condiciones de trabajo solo podrá ser conquistada por la lucha independiente de los trabajadores.

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