Las “asambleas” de Sutecba y la voz de los trabajadores

Escribe Maxi S. Cortés

Vamos por un plan de lucha de enfermería por salario y más personal.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Luego de dos años de pandemia, de trabajo sin descanso, sin insumos adecuados, más de 40 enfermeros fallecidos -muchos de los cuales deberían haber sido licenciados por enfermedades pre existentes- y salarios de pobreza, este martes 12, el gremio de los empleados municipales de la ciudad de Buenos Aires, Sutecba, convocó asambleas en todos los hospitales de la ciudad.

Las asambleas fueron convocadas por la directiva con una agenda propia, en la cual figura el pedido de la suba del valor de los módulos (horas extra) que son la herramienta para sostener un régimen de súper explotación apoyado en dos variables: salarios bajos y escaso personal en los servicios. Esta agenda no recoge justamente los dos reclamos de los trabajadores, que son aumento de salario y la ampliación de la estructura sanitaria para la dotación de más personal.

Salvo allí donde los trabajadores tomaron en sus manos la difusión y propaganda de la convocatoria de las asambleas invitando a los compañeros, la difusión fue casi nula ya que los delegados de Sutecba trataron de evitarla, ocultando o desalentando la participación a las asambleas que el mismo sindicato convocó.

El resultado fue dispar, pues hubo asambleas muy concurridas como las del Ramos, Tornú, Fernández, Piñero, Durán o más pequeñas como la del Hospital Borda, donde se hizo presente la agrupación Naranja Blanca del Agihm (Moyano), o hospitales donde directamente no se hicieron asambleas, como en el Moyano y la Sardá.

La voz de los trabajadores

El común denominador de las asambleas más concurridas fue la interpelación de los activistas de cada hospital a los delegados, con todo tipo de reclamos. Se destacó el problema salarial y el despido de los contratados por pandemia en un cuadro de faltante de personal agudo. En algunas asambleas los trabajadores plantearon un plan de lucha con paros y que no sean paros “aislados” sino hasta lograr las reivindicaciones.

Las asambleas de Sutecba fueron incómodas para los delegados ya que naturalmente no tenían respuesta sobre la necesidad de la reapertura de la paritaria más que un “esto es lo mejor que se podía, hay que aguantar hasta octubre”. El sindicato firmó en noviembre pasado un 40% en cuotas hasta octubre cuando hoy la inflación proyectada ya supera el 65% en creces y aún resta el impacto del aumento en las tarifas de servicios públicos. La situación salarial está al límite, y los trabajadores ya no pueden sostener el pago de sus alquileres cuando todo el salario se usa para comprar los alimentos de la familia.

Tampoco tenían respuesta para el reclamo de reincorporar y pasar a planta a los trabajadores contratados por la pandemia que el gobierno de la ciudad está despidiendo masivamente, a pesar de que con la lucha conjunta de los trabajadores en el hospital Tornú se logró parte del objetivo. Allí, frente al reclamo de los trabajadores, Sutecba envió una carta a la dirección del hospital, convocó a asamblea, votaron el paro con corte de calle y ganaron.

La burocracia, un obstáculo

Por su parte ATE Capital se ha desentendido absolutamente del personal de Enfermería, convocando a asamblea de memoria y balance del sindicato mientras todo esto transcurría. El 22 de marzo pasado emitió un comunicado con un reclamo de aumentos a los módulos al igual que Sutecba En el caso de la lista Verde, el sector de ATE Durán adhirió a última hora, por lo que no fue un factor de organización, difusión y clarificación para los trabajadores.

Sutecba puso a los delegados frente a los trabajadores para tratar de descomprimir la fuerte presión y malestar que anida entre los trabajadores, como se puso en evidencia en el hospital Tornú. Pretenden apaciguar el descontento al igual que la CGT y el gobierno que han anunciado el adelantamiento de las paritarias para varias decenas de gremios en todo el país.

Las respuestas hostiles, amenazantes y agravios a los trabajadores por parte de los delegados en las asambleas sólo mostraron la impotencia de quien no tiene nada para decir porque tiene sus intereses puestos en otra cosa y no en representar a los trabajadores. La burocracia sindical es un obstáculo que debemos superar con nueva representación, delegados genuinos, que no son ni más ni menos que los activistas que defendieron y trabajaron para que se realicen las asambleas.

Unidad de los trabajadores y plan de lucha por la reapertura de la paritaria en defensa de nuestro salario y por la reincorporación y pase a planta de los contratados. Fuera la política de los módulos explotadores del Gobierno de la ciudad y Sutecba, aumento al básico de urgencia del 100% en una cuota.

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