Bibliotecarios vamos al paro

Escribe Sergio Escalas

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Preparado durante meses, incluidos petitorios y firmas, se conformó el Sindicato de Trabajadores Bibliotecarios de la Argentina (SITBA-CTAA). La asamblea constitutiva se realizó con la presencia de referentes de más de 20 provincias en la sede nacional de la CTAA de la Ciudad de Buenos Aires.

En Chaco, a nivel local, existe la Asociación Chaqueña de Bibliotecarios con carácter de Entidad Gremial de Primer Grado.

Entidades estatales

La Biblioteca Nacional, ubicada en la CABA, es la más importante de Argentina debido a su vasta colección, por los incunables que posee (desde la creación de la imprenta hasta principios del siglo XVI) y por la cantidad de trabajadores que desarrollan sus labores allí. Son 746 (cuyo registro data del año 2020).

En 2016, bajo la gestión de Alberto Manguel, se ejecutaron 250 despidos de trabajadores de planta. Las direcciones de los tres gremios que tienen representación en la BN (ATE, UPCN y SOEME) dejaron pasar los despidos.

Los bibliotecarios somos obligados a realizar tareas que no corresponden, que no están en el estatuto; no tenemos ley ni marco legal que ampare nuestras funciones. Esta situación se agravó en el 2021, por la Resolución 1502 que obligó a realizar “tareas pedagógicas o administrativas distintas a su función, rol o cargo específico”.

Los cinco sindicatos docentes con representación nacional son Ctera, Sadop, AMET, CEA y UDA. En la CABA, los sindicatos docentes más destacados son UTE (entidad de base de Ctera) y Ademys, mientras que los quince sindicatos restantes, operan como “sindiquioscos”, que lucran con la carrera docente.

UTE y Ademys, ambos sindicatos poseen una "Comisión de bibliotecarios”. Durante el 2020 y 2021 UTE fue una férrea defensora de la presencialidad criminal que se cobró la vida de 200 trabajadores de la educación, incluidos entre ellos bibliotecarios escolares. Durante ese mismo contexto, el funcionamiento de la "Comisión de bibliotecarios” en Ademys fue apenas incipiente, bajo la política de “los diez puntos para el retorno seguro”.

Se destaca que, durante el 2021, tuvieron lugar autoconvocatorias de bibliotecarios escolares para enfrentar a la presencialidad y el aperturismo.

En el caso de la docencia de CABA (bibliotecarios escolares incluidos), el norte actualmente marca lucha por un salario acorde a la canasta familiar para el cargo de jornada simple, por la derrota de la contrarreforma educativa en beneficio del capital.

Por todos esos motivos, los bibliotecarios de CABA vamos al paro docente el 31 de mayo.

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