Escribe Vicky Medina
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El pasado viernes 10 de junio se presentó en el Cine Auditorio de ATE uno de los dirigentes de Política Obrera e histórico referente de la izquierda argentina, Jorge Altamira, en el marco de un ciclo de charlas sobre la Guerra Mundial.
La charla “Crisis política y guerra imperial” contó con la participación de compañeros y compañeras de todos los frentes de Política Obrera e invitados, tanto de Santa Fe como de la ciudad vecina, Paraná. La misma se complementó, además, con los debates que se están dando de cara a los plenarios que se desarrollarán en todas las regionales entre el 17 y el 20 de junio en la campaña por un Congreso Obrero el próximo 9 de julio.
El eje central fue la falta de discusión, tanto en la izquierda como en el movimiento obrero y el conjunto del régimen político, sobre una Guerra Mundial que está dejando consecuencias catastróficas, más allá del precio del trigo en nuestro país, lo único que suele remarcarse en los medios. Esta cuestión se hace aún más palpable viendo a Alberto Fernández volver de una Cumbre de las Américas, convocada por Joe Biden, donde la guerra no apareció en la agenda posterior cuando Biden anunció que poseía “documentos clasificados” acerca una “tercera guerra mundial”.
“Esta guerra es la consecuencia de la explosión de relaciones históricas y sociales que han explotado”, afirmó Altamira, adentrando la charla en los hechos históricos que directa o indirectamente llevaron a la guerra. En este sentido, comentó que esta es una guerra que se venía preparando desde hace años, probablemente desde la disolución de la Unión Soviética.
Fue imposible no comentar sobre cuál es la situación de las corrientes socialistas del país frente a esta cuestión. Estas no se han movilizado denunciando la guerra y a la OTAN, ni siquiera el FIT-U aún teniendo diputados que pueden llevar el debate a los centros de poder.
Lo que nos deja la charla es una perspectiva del panorama mundial. Hay que luchar por poner la guerra como tema de discusión primordial, en los medios, en los lugares de trabajo y estudio, en las asambleas y más. En este sentido, la militancia de Política Obrera, en todos sus frentes debe salir a denunciar a la OTAN y sus aliados, quienes han esperado y planificado esta guerra que ha generado una crisis humanitaria semejante a las guerras mundiales del siglo XX, que amenaza empeorar en forma catastrófica.