“Al Trinche, que fue mejor que yo”

Escribe Juan Ferro

Sólo para hinchas - Nota 16

Tiempo de lectura: 3 minutos

Reabrimos en Política Obrera la sección “Solo para hinchas” Además de luchar con todo lo que podemos en la organización de los trabajadores en esta pandemia. No es malo tomarse algunos minutos de tiempo de lecturas de “cuarentena” Espero sean del agrado de los lectores

Me fui a vivir a Rosario en el ‘74. Por aquel entonces era un despedido de la fábrica Yelmo y estaba haciendo mis primeros tres años de experiencia con Política Obrera. Estalló una gran huelga de Acindar en Villa Constitución y me enviaron junto a otros compañeros a apoyar el conflicto más apasionante que viví como activista en todos mis días.

Tanto me gustó Rosario que me quedé durante muchos años a militar y también a disfrutar del fútbol. Me hice hincha de Newell’s, pero como vivía en la zona sur los sábados a la tarde cada 15 días iba a ver a Central Córdoba. Ahí vi. jugar al Trinche, para mí el jugador de mayor calidad que haya visto.

Concurríamos entre doscientos y trecientos hinchas y nos instalábamos en un rincón de la tribuna principal del Estadio “Gabino Sosa”. Muchos éramos de NOB y de Central que íbamos a ver al Trinche. Hasta nos decían los “hinchas del Trinche” -con cierta distancia del hincha “puro” de Central Córdoba que concurría a la tribuna con la pequeña barra del club. Una vez sentado en un rincón alto de la tribuna vi a Marcelo Bielsa, que después me enteré era “trinchista”.

El Trinche era un jugador extraño, fuera del molde clásico. Parecía que jugaba displicentemente. Era difícil verlo correr detrás de un jugador, o tirarse a los pies de algún rival, a pesar de que jugaba de 5 de los de antes, esos que eran claramente parte de la defensa. El espectáculo de verlo al Trinche era cuando comenzaba a tener la pelota. Nunca vi a nadie en el profesionalismo con más capacidad de bajar la pelota -viniera de donde viniera- parecía extremadamente lento, pero su razonamiento y su visión de compañeros y rivales era inversamente proporcional a su andar; nunca vi mejores pases entre las líneas rivales que los del Trinche.

Los que lo íbamos a ver, siempre esperábamos “algo” durante el partido. Un lujo de esos que se ven de tarde en tarde. Él era un especialista en caños, y una de sus jugadas características (que era nuestro máximo deleite) era el llamado "doble caño", por el que hacía pasar la pelota entre las piernas del rival en dos momentos consecutivos, desairando dos veces al mismo jugador.

El día de gloria de un ídolo pobre

Como parte de la preparación para el mundial de 1974, la Selección argentina decidió jugar un amistoso con un combinado de jugadores de clubes rosarinos: jugaron Cinco por Central, cinco por Newell´s y el “Trinche” Tomas Felipe Carlovich. Los rosarinos le dieron una lección de fútbol a la Selección Argentina y al finalizar el primer tiempo ganaban 3:0 en la cancha de Newell’s. Nunca se comprobó, pero se comentó mucho que fue tan grande el baile que recibió la Selección que, en el entretiempo, el entrenador nacional Vladislao Cap pidió a Montes (técnico para ese partido por los rosarinos) que sacara a Carlovich. El "Trinche” salió y entró Berta -otro 5 de Newell’s- pero igualmente quedó el mito: El trinche había jugado los 45 minutos de su vida, ese día la rompió.

El hecho de que la difusión del fútbol de ascenso en ese entonces fuera tan pobre impidió que existieran registros fílmicos de su juego. Esta ausencia no hace más que magnificar la figura de Carlovich, rodeándola de una mitología particular. Entre esos mitos, uno afirma que el Trinche ostentaría el récord de la máxima cantidad de tiempo consecutivo con la pelota en su posesión.

Lo que sí es cierto son las declaraciones de técnicos importantes que lo reconocieron: dijo José Pekerman es "el futbolista más maravilloso que vi". César Luis Menotti ”fue uno de esos pibes de barrio que, desde que nacen, tiene como único juguete la pelota. Era impresionante verlo” Carlos Griguol "es un fenómeno de jugador, pero no le gusta el sacrificio, por eso no triunfó. Jugaba conmigo en Central y prefería irse de caza o de pesca. Tenía condiciones técnicas únicas. Al marcarlo, el tipo desaparecía por cualquier lado y con él desaparecía el balón”.

En 2002 la Municipalidad de Rosario lo nombró Deportista Ilustre, lo que le permitió cobrar los únicos $150 que aportó mensualmente en la casa que compartía junto a su esposa y sus dos hijos por aquel entonces, hasta que comenzó a colocar pisos con uno de sus hermanos.

Sus problemas de salud venían de antes, cuando comenzaron a aquejarle unos fuertes dolores que resultaron ser el producto de una osteoporosis de cadera, amigos y allegados se movilizaron y Carlovich pudo ponerse una prótesis en la parte derecha de su cadera en octubre de 2005

A los 70 años. El 20 de febrero de este año el Trinche tuvo otro día de gloria. En oportunidad de la visita de Maradona a Rosario como técnico de Gimnasia.

En el hotel donde se hospedó, Maradona recibió a un invitado muy particular: quien le llevó una camiseta de Central Córdoba, el club de sus amores, y el “Diez” le estampó su firma con una frase muy especial. "Al Trinche, que fue mejor que yo".

Hasta la próxima.

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