Ecuador: rebelión popular y pax social

Escribe Joaquín Antúnez

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Tras 18 días de movilizaciones y cortes de ruta, que incluyeron una brutal represión con más de 7 muertos y miles de heridos, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) junto a otras federaciones indígenas -Feine y Fenocin- y el gobierno han firmado un acta acuerdo tras la intervención de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. David de la Torre, secretario general de la conferencia episcopal fue quien anunció públicamente la firma del acta a la prensa.

Los puntos acordados fueron reducir el valor del combustible Diésel, Extra y Ecopaís en 15 centavos de dólar por galón, derogar el Estado de Excepción "en la medida en que se restablezca la paz en el territorio ecuatoriano", y restringir la actividad minera en áreas protegidas y territorios ancestrales; zonas declaradas como intangibles; zonas arqueológicas; áreas de protección hídrica; se garantizará la consulta previa, libre, e informada de las comunas, comunidades, pueblos, y nacionalidades indígenas (CNN, 30/06).

En un video publicado en las redes sociales, el presidente de la Conaie, Leónidas Iza, explica que ellos deben ser "responsables con el país" y firmar el acta. En la filmación, en cambio, puede oírse el rechazo de los presentes a suscribirla pues no contempla ni la mitad de las reivindicaciones que motivaron las movilizaciones.

En junio el galón de combustible aumentó en promedio 36 centavos de dólar; desde el comienzo de la guerra en Ucrania, el incremento asciende a 2 dólares.

Como ocurrió en 2019, la rebelión popular nuevamente es ahogada por las direcciones oficiales de los movimientos de lucha, ligadas completamente al Estado y al régimen político. La Conaie ha salido nuevamente al rescate del presidente Lasso, luego de haber sorteado el pedido de destitución presentado en el Parlamento por la oposición correísta, que reunió 80 de los 92 votos necesarios. La debilidad del gobierno es absoluta.

El papel firmado pronto será letra muerta, pues no ha llevado la satisfacción de ninguna reivindicación popular.

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