La Serenísima: “Un congreso nos serviría para encontrar coincidencias y discernir diferencias”

Escribe Bárbara Carrillo

Tiempo de lectura: 3 minutos

Política Obrera dialogó con un grupo de trabajadores de la planta de La Serenísima, ubicada en Longchamps. Se trata de activistas que han dado batalla contra la patronal en los últimos años, sobre todo, a partir de la reforma del convenio colectivo de los trabajadores lácteos. Hablamos de las condiciones de trabajo y el salario y también sobre la necesidad de construir un congreso de toda la clase obrera. En ese sentido, fueron invitados a participar de la asamblea nacional de trabajadores, convocada por el Polo Obrero Tendencia este 16 de Julio, en el microestadio de Lanús.

¿Cuál es la situación de los trabajadores en la fábrica en este momento?

La situación en la fábrica es realmente deplorable. Nos encontramos en este momento sin representación gremial. Luego de las elecciones a nivel nacional, no se llevaron adelante las elecciones en fábrica. Por ese motivo, no tenemos comisión interna. Sólo quedó el delegado general, pero no hay ninguna perspectiva de que se lleven adelante elecciones, por lo menos en lo inmediato. Además, hace más de tres años que no tenemos asambleas.

Con respecto a las condiciones de trabajo, luego de la reforma del convenio colectivo de trabajo, nos encontramos en este momento con auto relevos permanentes. No tenemos un puesto fijo, y vamos por toda la fábrica realizando todo tipo de trabajos. Además, como también perdimos el presentismo luego de la reforma, nos encontramos en una situación de tener que ir enfermos o tener que ir a pesar de tener un familiar enfermo. Esto, porque los descuentos son cada vez mayores. Lo mismo ocurre a partir de que en ciertos sectores se eliminaron los francos pagos que tenían. Por esa razón, los compañeros terminan yendo los domingos, para tratar de alcanzar lo perdido. También, fuimos perdiendo conquistas en lo que respecta al comedor. Ya no podemos ir a comer ahí, sino que nos dan una vianda recalentada o un sándwich de fiambre para todo el día.

Nosotros llegamos a la conclusión de que la empresa quiere desligarse de los trabajadores, haciendo una reducción del personal. Pero no a través de despidos, sino a través del cansancio. Nos llaman casi a diario para ofrecernos retiros voluntarios, que van descendiendo en cada "oferta".

¿Cuál es su posición sobre el papel que juegan las direcciones sindicales?

Consideramos que es totalmente obsoleto. Toman una postura de espectadores, cuando deberían estar al frente de nuestros reclamos. No están nunca cuando se los necesita y solo salen en defensa o en apoyo de este gobierno. Cuando estaba el gobierno de Macri, nos dijeron que teníamos que perder para poder ganar. Y con ese relato nos entregaron el convenio colectivo. Ahora, con el correr de los años, también nos fueron entregando el salario. Pasamos de ser “los trabajadores mejores pagos del país” -palabras de Héctor Ponce, secretario general de ATILRA- a tener que estar con dos laburos porque con el salario que tenemos no llegamos a sostener a nuestras familias. Nos dicen que sacamos un 70 por ciento en las paritarias, pero es totalmente mentiroso, porque fue en 6 y 8 cuotas. Por lo tanto, el salario quedó por debajo de la inflación. El básico para nosotros quedó casi en los niveles de pobreza. Para llegar a balancear lo que perdimos tenemos que meter premios de todo tipo y horas extras.

Nosotros consideramos que tenemos que llevar adelante procesos de autoconvocatorias que superen a esas centrales sindicales.

¿Cómo ven la convocatoria del Polo Obrero Tendencia a una asamblea nacional de trabajadores?

Nos parece positiva la convocatoria. Sería una demostración del hartazgo y del hastío que siente la gente. En este momento se requiere saber y conocer la voz de la gente. Un congreso nos serviría para encontrar coincidencias y discernir diferencias. Además, buscar objetivos en común entre los que estamos ocupados y los que están desocupados. Por ejemplo, nosotros estamos produciendo 600 toneladas de productos por día. Y con este nivel de producción, vemos que hay ollas populares y merenderos que no tienen cómo sostenerlos, porque no tienen leche. Al mismo tiempo, vemos que hay cada vez más trabajo en la planta. Hay puestos de trabajo para cubrir en todos los sectores. Pero nos hacen hacer el triple de trabajo con los autorelevos. Se podría tomar a trabajadores, con el convenio lácteo, y cubrir esos puestos. Pero la patronal apunta cada vez más a la auto explotación, en lugar de tomar más trabajadores. Se quieren sacar de encima a los trabajadores para llevar adelante un plan de precarización laboral.

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