Los jubilados frente a la crisis terminal del gobierno

Escribe Charly Petrillo – Jubilados Clasistas

Tiempo de lectura: 3 minutos

Los medios periodísticos sostienen que la crisis interna en el gobierno de los Fernández es la responsable del desbarranque de la economía, cuando es totalmente al revés.

Hoy la situación de bancarrota monetaria mundial agravada por la guerra imperialista ha dejado al gobierno al borde del abismo.

El puntapié inicial de la nueva ministra Silvina Batakis estuvo dirigido a ratificar y profundizar el acuerdo con el FMI. Debuta con anuncios de un régimen de “caja”, es decir gastar lo que entra. Y por otro lado ratifica los aumentos de tarifas. Su preocupación e interés no estuvieron abocados al aumento de salarios y haberes jubilatorios sino que fue dirigido a las cotizaciones de los bonos en pesos y el tipo de cambio del contado con liquidación. Estamos en la antesala de un nuevo y profundo ataque a la condición de vida de trabajadores y jubilados.

La reforma jubilatoria reclamada a los distintos gobiernos por parte del FMI siempre ha sido convertir la jubilación de un salario diferido en una miserable pensión a la vejez y en este camino los distintos gobiernos de turno han hecho muy bien los deberes demoliendo el régimen previsional.

Hoy los jubilados nos hemos convertido en un gasto del Estado, las patronales son eximidas de los pagos previsionales y el dinero del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES es destinado a rescatar los bonos en pesos y otros negociados capitalistas.

El haber mínimo de 5 millones de jubilados es la indigencia de $ 37.500; los haberes más altos prácticamente no reciben ni aumentos ni bonos y se acrecienta el “achatamiento de la pirámide”. Además los miserables bonos no se suman a los haberes. Otros miles cobran la PUAM (Pensión Universal al Adulto Mayor), paupérrimos $ 30.000.

A pesar de los anuncios de “la Griega Batakis” la inflación se ha disparado en los últimos días con la desesperada remarcación en los precios llevando los datos de julio a un 7/8 % de inflación y con proyecciones para el segundo semestre mayores a los primeros 6 meses. No hay bolsillo que aguante. Vamos camino a los 3 dígitos de inflación anual. Una barbarie con todas las letras.

Los 170.000 jubilados docentes nacionales recibieron en marzo un aumento del 9,38 % , pero dado que su régimen especial es con aumentos semestrales deberán aguardar hasta setiembre para un nuevo incremento, es este lapso pierden un 30% de su poder adquisitivo. Algunos diputados kirchneristas presentaron un proyecto al Poder Ejecutivo para que el incremento fuera trimestral y el ex-ministro Guzmán lo cajoneó. Ahora guardan silencio –un aporte al “equilibrio fiscal”.

En estos meses está en riesgo la jubilación de medio millón de mujeres porque el 23 de julio vence la moratoria que les permitiría acceder a dicho beneficio. Esta situación afecta también al 50% de los trabajadores que no llegan a sus años de aportes producto de la desocupación y del trabajo informal que no deja de crecer. Ya se aprobó en senadores el programa del “pago de deuda previsional”, falta la aprobación en diputados y luego la promulgación de dicha ley. ¿El programa de ajuste atenderá esta necesidad imperiosa de miles de trabajadores?

En una conferencia de prensa la ministra Batakis fue más precisa en sus declaraciones en relación al gasto público y en respetar el acuerdo con el FMI que sostiene que el gobierno no tome ninguna medida extra sobre el gasto social y las jubilaciones más allá de lo que está planteado en la fórmula de movilidad. Conclusión: los jubilados seguiremos con haberes de indigencia. Ningún trabajador ni jubilado debe ganar por debajo de la canasta familiar hoy en $ 200.000.

Frente a esta crisis el conjunto del arco político está embarcado en las elecciones del 2023. La CGT y la CTA ambas con diferentes matices sostienen el acuerdo con el FMI y le dan la espalda a los trabajadores, si llaman a un paro es para descomprimir y distraer. La izquierda democratizante coquetea con los sectores kirchneristas y también va por el voto. Todos se han convertido en un muro de contención de las luchas de los trabajadores ante una rebelión popular que se encuentra a la vuelta de cada esquina.

Los jubilados debemos tomar nota de la situación y realizar un profundo debate unificando nuestra lucha con los obreros ocupados y desocupados para frenar esta barbarie.

Damos nuestro puntapié inicial concurriendo a la Asamblea Abierta de obreros ocupados, desocupados, jubilados, de la mujer y de la juventud el sábado 16 de julio a partir de las 10 horas en el Microestadio de Lanús.

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