Escribe Emilio Sabatino
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El gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzó los primeros lineamientos de la reforma curricular en varias carreras del nivel, entre ellas, Historia, Geografía, Biología y Química. El "borrador" en cuestión reduce horas de formación y contenidos para los estudiantes y el plantel docente.
En síntesis, la propuesta de reforma curricular es un ajuste brutal contra los trabajadores y estudiantes. Por un lado, plantea cientos de despidos en puerta y, por otro lado, da una vuelta de tuerca más al proceso de degradación de los contenidos curriculares y caída de la calidad educativa.
La burocracia sindical Celeste milita con entusiasmo esta contrarreforma del gobierno de Kicillof con materias 'zanahoria', novedosas para el nivel, y nombres estruendosos y porque se promueve el “consenso”, dando de este modo una falsa cobertura democrática a las “reuniones de consulta” de la DGCyE con el único fin de encubrir un enorme plan de precarización de la educación y de sus trabajadores.
El comunicado de la DGCyE oscurece cuando intenta aclarar que la implementación de los nuevos diseños no se traduce en una reducción de la cantidad de horas de la planta funcional y donde todos los docentes conservarán sus módulos y serán reasignados a unidades curriculares de los nuevos diseños o a tareas pedagógicas. Sencillamente, los docentes provisionales -que, aún habiendo ganado concursos no son titulares, ya que no hay titularizaciones desde 2015- y los suplentes serán desplazados porque nuestro Estatuto asegura que solo los docentes que obtuvieron la titularidad serán reasignados. El resto, a la calle.
A los titulares que no puedan ser reubicados en el instituto o en otros institutos de la región -un montón de docentes, ya que reducen gran cantidad de horas- se les pagará un seguro de desempleo por un año, o sea ningún tipo de indemnización.
La reforma curricular en terciarios tiene como objetivo "adecuar los diseños curriculares a los lineamientos federales vigentes". Es una profundización de las reformas de los 90 y supera ampliamente los postulados del pejotista 'proyecto Aguilar', que pretendía acabar con los institutos terciarios.
La reforma en los terciarios se suma a la reforma curricular en CENS (nivel secundario), que también plantea despidos, precarización laboral y degradación de la calidad de la educación pública: el proceso general del desarrollo capitalista que consiste en descalificar y precarizar la fuerza de trabajo para aumentar la tasa de explotación y de ganancia del capital.
Detrás de estas contrarreformas educativas siempre estuvo el capital financiero (Banco Mundial y FMI) que buscan, por medio del ajuste a los trabajadores, revalorizar la deuda pública externa en manos de la burguesía nacional y del capital financiero internacional.
Desde Tribuna Docente Tendencia rechazamos la reforma curricular; denunciamos que las direcciones gremiales docentes, ligadas al Estado ni siquiera esbozaron un plan de lucha; y convocamos a toda la comunidad educativa (docentes, personal no docente y estudiantes) de los institutos terciarios a organizar asambleas, auto-convocatorias y todo tipo de actividades de lucha para voltear el ajuste en curso.