Escribe Julio Quintana
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La campaña financiera salteña de Política Obrera dio un salto importante en la primera quincena de agosto. Pasamos del 47% al 73% del objetivo establecido, lo que implicó un salto de del 55% en esta recta final. Este salto fue posible por una revisión por parte del comité Provincial del lugar subordinado en el que había colocado la campaña financiera y se trasladó a una discusión hacia el conjunto de los militantes de la regional. De este modo pasamos de un 76% a un 92% de aportes internos ingresados y a casi triplicar la cantidad de aportes externos en el mismo período.
Gran parte de este salto fue llevado adelante por los compañeros que conforman el comité provincial y que concentran un importante padrón, tanto desde el punto de vista político como financiero. En estos aspectos se destacó el ingreso de decenas de aportes individuales de compañeros del Polo Obrero y, en menor medida, de la vanguardia docente autoconvocada; también el ingreso de aportes obreros de ferroviarios, UTA, obreros del tabaco, mineros y docentes universitarios. Por otro lado, actividades financieras colectivas votadas por círculos barriales, terminaron por apuntalar el salto en los ingresos.
De cara a la extensión de la campaña financiera hasta el 31 de agosto, aún tenemos una importante cantidad de simpatizantes y relaciones que no han sido visitadas y de aportes establecidos que debemos garantizar su ingreso, por lo que tenemos la oportunidad y el desafío de llegar al 100% del objetivo planificado.
Balanceando la importancia del salto que dimos en los últimos 15 días, desde el comité provincial advertimos el carácter empírico y rutinario con el que abordamos la campaña financiera en toda su primera fase, por lo que para proseguir con el ritmo alcanzado en los últimos días hemos encarado una lucha política mediante un plenario de militantes encuadrando la campaña financiera como parte sustancial de la lucha por el desarrollo de un partido de la clase obrera y de la lucha por un gobierno de trabajadores en el marco de la bancarrota capitalista nacional y la crisis terminal del gobierno peronista del FDT, como manifestaciones de la época de decadencia capitalista que a nivel mundial toma formas catastróficas mediante la pandemia, la guerra imperialista y el empobrecimiento masivo de los explotados a nivel mundial. El impacto positivo de nuestras posiciones en nuestra periferia de luchadores se encuentra en la base del progreso alcanzado y será el punto de apoyo central del salto final que nos proponemos dar.