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El lunes 29, en la plaza principal de Santiago del Estero, se concretó una concentración que reunió a centenares de personas para reclamar justicia por el crimen del niño Marito Salto. Junto a los familiares de Marito, se hicieron presentes varias organizaciones sociales y políticas, entre ellas Política Obrera. Ese día se debían producir los alegatos en el marco del juicio oral contra nueve sospechosos de haber sido autores o partícipes en diferente grado del crimen.
Marito era un niño de 11 años de la localidad de Quimilí, ubicada a 200 km de la ciudad de Santiago. Había salido con su bicicleta el 31 de mayo del 2016. A partir de ese momento no se lo volvió a ver, hasta el 2 de junio de ese año, cuando se lo encontró descuartizado en bolsas de residuos. Las pericias indicaron que previo a su muerte por desangramiento, había sido drogado, violado, asfixiado y torturado.
La organizaciones concentradas decidieron movilizarse hacía la Casa de Gobierno. Cuando la movilización hacía su recorrido por la Av. Belgrano, fue bloqueada con vallados, camionetas, autos y motos de la Policía provincial. Frente a ello se decidió marchar por calles aledañas hasta el Palacio de Tribunales. Cuando la manifestación llegó a ese punto, la Justicia informó que se suspendía la iniciación de los alegatos ya que uno de los integrantes del tribunal se encontraba enfermo.
Con esa novedad, los familiares de Marito intentaron ingresar al tribunal pero le fue impedido por la policía, que a su vez reprimió a los manifestantes.
Luego de la represión policial, se concretó un acto. Allí los familiares de Marito expusieron su dolor y bronca. Todo el accionar del gobierno y la Justicia en estos años ha sido obstruir con maniobras de todo tipo para que esta causa quede impune, como ha ocurrido con el crimen de Raúl Domínguez (trabajador de Rentas), Tino Farías o Franco Isorni (gatillo fácil), entre otras tantas causas.
Ha sido la movilización popular la que visibilizó el caso Marito e incluso lo hizo trascender en los medios nacionales, lo que permitió que la causa se moviera y hoy haya nueve sospechosos acusados.
Desde Política Obrera llevamos nuestro absoluto apoyo a la lucha por el pedido de justicia por Marito Salto y todos los casos impunes. Denunciamos la represión sufrida en la manifestación y remarcamos la importancia de mantener la movilización unitaria para arrancar efectivamente las condenas a los autores materiales del crimen y a sus encubridores.
