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Los trabajadores químicos de Synthon se encuentran realizando una medida de fuerza en la planta del Cordón Industrial de San Lorenzo. El paro total de 48 horas fue votado por unanimidad en una asamblea general en los días previos. Es una suerte de continuidad postergada de la huelga de marzo del 2020, levantada al iniciarse la cuarentena por la pandemia de Covid-19. Las liquidaciones incorrectas, los contratos basura de los ingresantes y la negativa de negociación por el personal mínimo en planta movilizaron el conflicto.
En la primera jornada de las dos previstas, la medida fue contundente. Los bloqueos a los portones de la planta se iniciaron desde bien temprano, garantizando que no ingrese materia prima ni salga producto terminado. La patronal desobligó a la mayor parte del personal “fuera de convenio”. A pesar de la contundencia de la medida, el desenlace es incierto porque el día jueves habrá audiencia en el ministerio y la burocracia intentará desviar los reclamos para “avanzar en acuerdos”, es decir, llevar la lucha al terreno de las negociaciones burocráticas y a la entrega de condiciones laborales, como lo hizo con la colocación de “topes” al goce de los francos compensatorios firmado en el mes de julio a pedido de la patronal.
La continuidad del plan de lucha votado hasta obtener todos los puntos reclamados y la especial atención a la “letra chica” de los acuerdos que se alcancen, serán fundamentales para evitar la entrega de nuevas condiciones de trabajo y para reforzar el resto de los reclamos pendientes.
Salario y unidad de los trabajadores químicos
Durante la asamblea general se discutió brevemente la cuestión más importante en la actualidad que es el salario, aunque no se vio reflejada en los reclamos publicados ni por la comisión directiva ni por la comisión interna.
Producto de la fuerza obtenida en el conflicto de 2020, los trabajadores de Synthon obtuvieron un adicional que eleva los salarios un 11% por encima de la paritaria nacional, pero que se encuentra muy por debajo del reclamo que inició ese conflicto (un 16% adicional de equiparación con los adicionales de otras fábricas, más otro 3% de equiparación con “no afiliados”). El salario básico de la categoría más baja de los químicos alcanza $ 91.000 netos, por debajo de la línea de pobreza. La federación química anunció haber reclamado la reapertura de las paritarias, pero en el texto de la presentación se observa que el reclamo es por “adelantamiento de las cuotas” del acuerdo ya firmado, es decir sin modificar los porcentajes establecidos.
Los salarios básicos de los trabajadores de Synthon reciben históricamente un “aumento automático por inflación” cada 4 meses, una especie de cláusula gatillo que disminuye en parte el impacto de la inflación. Pero este aumento cuatrimestral, en la actual crisis inflacionaria, es totalmente insuficiente: a 7% mensual, la inflación se come más de una cuarta parte del salario en 4 meses.
La cuestión de la actualización salarial con un aumento real que eleve los básicos; y la cuestión de una cláusula de actualización mensual de salarios de acuerdo a la inflación para mantener el salario actual, son dos ejes que deberían discutirse en profundidad y en lo inmediato entre los trabajadores de Synthon, porque son los problemas que atraviesan todas las fábricas del Cordón y pueden unificar los reclamos con el resto de los compañeros químicos. Es lo que más temen las empresas y la burocracia del sindicato; es lo que sucede hoy en Synthon: la unidad de los trabajadores, en la lucha.
