Pablo Krapovickas, hasta el socialismo siempre!

Escribe Iñaki Aldasoro

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En el día de ayer lunes 26 de septiembre nos dejó Pablo Krapovickas, militante de la tendencia del Partido Obrero en Jujuy, que batalló hasta el último día con una grave enfermedad que venía complicando su cuadro de salud.

Pablo inició su militancia política en los ’70 en Tucumán, en el PST, siendo ganado a Política Obrera en un campamento de la juventud en 1975. La ruptura de Pablo con el PST y la decisión de construir un partido revolucionario, con inserción en el movimiento obrero, lo tuvo como uno de los constructores de la regional. Llegó a ser el responsable político del partido durante los años más negros de la dictadura, nada menos que en Tucumán.

Se proletarizó, fue obrero de la Bosch y del Ingenio San Juan, haciendo el mantenimiento de las máquinas. Con la caída de la dictadura y el advenimiento de la democracia, por diversos conflictos familiares y personales, su rol en el partido fue pasando a segundo plano, hasta el cese de su actividad militante. Lo que nunca abandonó fue su convicción política e ideológica, lo que le permitió mantener contacto con la organización hasta que volvió a militar, un par de décadas después, en la regional de Jujuy.

Antes de volver al partido militó diversas causas: contra la contaminación ambiental, organizó un grupo de padres con hijos con autismo frente a los ataques de las prestadoras de salud y las instituciones, integró un círculo de escritores, entre varias actividades.

Ya en sus años maduros, y con su enfermedad a cuestas, volvió a militar en Jujuy. Armó un núcleo partidario en San Pedro de Jujuy, donde vivía y donde sistemáticamente agitaba el Ingenio tratando de tomar contactos obreros.

Quién lo conoció sabe de su carácter fuerte, muchas veces las discusiones políticas con él eran ásperas pero francas. Con Pablo no había medias tintas.

Pablo fue muy consciente de su enfermedad, la peleó hasta el final mientras trataba de mantener la actividad militante que su salud le permitía. Una vez, en una reunión nos dijo “si yo no creyera en la revolución y en la necesidad de hacerla, probablemente ya no estaría acá”.

Durante la crisis del PO y la posterior expulsión de 1.200 militantes en todo el país, Pablo cerró filas sin pestañear con lo que hoy es la Tendencia, manteniendo el mismo programa y el método con que construyó junto a otros militantes Política Obrera en los ’70.

A la familia, a sus amigos, a sus hijas Ana y Josefina un abrazo enorme.

Con un profundo dolor, los militantes de la regional de Jujuy despedimos a Pablo Krapovickas con el puño en alto.

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