Residentes y concurrentes marchan a la huelga indefinida

Escribe Lucía Guevara

Nuevos paros y movilizaciones autoconvocadas en la Salud porteña.

Tiempo de lectura: 4 minutos

La lucha de los profesionales de la salud, residentes y concurrentes, sigue firme. El martes pasado estaba prevista una reunión con las autoridades del Ministerio de Salud porteño. Tras un cese de actividades, las columnas de los diferentes hospitales y centros de salud fueron llegando al centro de la ciudad. Luego de semanas de paros y movilizaciones, el viceministro, Daniel Ferrante, prometió “analizar” los reclamos junto al Ministerio de Hacienda y Finanzas y brindar una contestación recién para la semana próxima. La respuesta de la asamblea de RyC fue un nuevo paro que se cumplió el día de ayer, con una movilización masiva a la Jefatura de Gobierno.

La nueva marcha y concentración fue la oportunidad para que se reunieran las asambleas por hospitales y luego una asamblea general. La intransigencia del gobierno porteño, aferrado al ajuste pactado con el FMI, obligaba al colectivo de residentes y concurrentes a elaborar nuevos métodos de lucha para obtener su objetivo de alcanzar un sueldo mínimo igual al costo de la canasta familiar (250 mil pesos), lo cual implica duplicar el salario actual. En paralelo, las direcciones burocráticas frentetodistas de la Asociación de Médicos Municipales y la Federación de Profesionales daban su beneplácito a una paritaria con salarios de pobreza, al menos 15% por detrás de la inflación estimada para este año.

La huelga a debate

¿Cómo sumar a los servicios que actualmente no están participando de las medidas de lucha?, ¿cómo articular con los trabajadores de planta?, ¿están dadas las condiciones para ir a una huelga indefinida en todos los hospitales?, ¿qué hacer con las guardias en las salas de internación, cuyos pacientes en muchos hospitales dependen de los residentes ante la ausencia de personal de planta? Estas son algunos de los interrogantes que recorrieron las diferentes asambleas e intervenciones que se realizaron durante la jornada.

El desarrollo del movimiento es dispar. Algunos hospitales, como el Elizalde, el Fernández o el Gutiérrez tienen un elevado grado de organización y la capacidad para paralizar todos sus servicios. En otros, la organización es más incipiente y cuesta sumar a la lucha a las residencias más acopladas a las líneas jerárquicas de los hospitales, como las quirúrgicas y Clínica Médica. El mantenimiento o no de las guardias, que se realizan sin remuneración alguna, son otro motivo de debate porque la ausencia de personal de planta coloca en riesgo la vida de las personas internadas si las residencias se retiran de esos servicios.

Del lado de los trabajadores de planta, comenzó a producirse un proceso de organización. Hospitales como el Penna, el Piñero o el Santojanni organizaron asambleas autoconvocadas que votaron un paro para el próximo miércoles 19. Hoy se reunirá una asamblea interhospitalaria y de las áreas programáticas (centros de salud), recientemente transferidas al Ministerio de Salud. La bronca contra la paritaria del 86% en cuotas es total y comienza a agotarse la paciencia con la nueva dirección de Rojo, que sucedió a Gilardi con la promesa de revertir la caída permanente del salario de los últimos años.

La lucha política en la asamblea

Nuestra agrupación, Tribuna de Salud (Tendencia), viene planteando la necesidad de organizar una huelga indefinida desde que comenzó el proceso de lucha. Recogemos lo mejor de la experiencia del 2019, cuando una semana de paro por tiempo indeterminado logró derrotar al gobierno porteño. No prometemos victorias aseguradas, pero sí ofrecemos un canal de lucha para que se vuelque toda la energía que anida en el movimiento. Una convocatoria decidida por parte de los hospitales que están a la vanguardia, podría arrastrar al resto y detonar un apoyo en los sectores de planta, cuando la paritaria aún está abierta.

Del otro lado, las agrupaciones ligadas al FITU que militan en la asamblea de RyC han ido conformando un bloque de oposición a una huelga indefinida. Para el PTS sería una medida que “desgasta”, aunque esto ocurre aún más con los paros semanales itinerantes, que implican un constante reinicio y abandono de las tareas laborales, sin mover el amperímetro de las negociaciones. La huelga indefinida, por el contrario, permitiría desarrollar comités de residentes que se vuelquen de lleno a la organización de sus servicios, construyendo acciones de luchas cotidianas junto a usuarios del sistema y profesionales de planta.

En oposición a la huelga indefinida, el PTS propone la “coordinación de las luchas”, mencionando a docentes u otros sectores de trabajadores. Esto, que está muy bien, solo puede llevarse a cabo con una lucha decidida que atraiga la atención de la clase obrera. La dilación de medidas aisladas en el tiempo convierte a esa coordinación en un eslogan vacío, apenas la cobertura de una actividad incesable de marketing electoral. El Partido Obrero oficial, por su parte, se abstuvo de ofrecer cualquier dirección para el conflicto, moviéndose como una hoja al viento. Del lado de los activistas ligados al kirchnerismo, la oposición a una huelga indefinida es completa.

Las resoluciones, un paso adelante

La asamblea final estuvo cruzada por estas controversias. Se terminó imponiendo una votación atomizada, a través de asambleas por hospital, en lugar de votar como se realizaba históricamente en la asamblea general. Un sector más conservador del activismo buscaba, por ese medio, evitar la huelga indefinida. Sin embargo, así y todo sucedió. Por amplia mayoría se votó un nuevo paro y movilización para hoy, esta vez al Ministerio de Hacienda y Finanzas, el lugar al que los funcionarios de Salud derivaron la resolución de los reclamos.

Aún en estas condiciones, las más difíciles para adoptar una medida radical, la huelga indefinida terminó imponiéndose en las asambleas hospitalarias, con una diferencia de 9 votos a favor, en una votación de la que participaron más de 700 compañeras y compañeros. Los hospitales más movilizados se dividieron, el Elizalde y el Fernández a favor, el Gutiérrez en contra. En estas condiciones, se resolvió refrendar esta decisión en la asamblea que se realizará con posterioridad a la movilización de hoy.

La lucha sigue en ascenso, sumando nuevos hospitales y servicios, y construyendo asambleas y eligiendo representantes al calor del propio proceso. La posibilidad de empalmar con sectores autoconvocados de la planta le daría al movimiento una fortaleza superior, colocando contra las cuerdas a la paritaria pactada por el macrismo porteño con las direcciones sindicales burocráticas. La curva del conflicto plantea un nuevo desafío para los activistas: constituir comités de huelga y piquetes de convencimiento para recorrer todos los rincones de hospitales y CeSACs, unificando a los trabajadores de la salud en un solo puño. ¡Adelante!

Aviso:

Plenario abierto de Tribuna de Salud (Tendencia)

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