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El lunes 17 inició en Tribunales de Lomas de Zamora el juicio por el cuádruple homicidio denominado “La Masacre de Wilde”, ocurrido el 10 de enero de 1994. El remisero Roberto Corbo y sus dos pasajeros, Gustavo Mendoza y Enrique Bielsa, y el vendedor de libros Edgardo Cicutín, quien viajaba en otro auto junto a Claudio Díaz (único sobreviviente) fueron atacados por efectivos de la Brigada de Investigaciones de Lanús (comandada por ese entonces por el comisario Juan José Ribelli, el mismo que pasó ocho años y tres meses preso por el atentado a la AMIA, finalmente absuelto).
De acuerdo a los peritajes, los vehículos involucrados y las víctimas recibieron unos 200 impactos de bala. Los policías que intervinieron en el hecho fueron detenidos, aunque la Cámara de Apelaciones y Garantías los sobreseyó y liberó. Según las crónicas del momento, los 11 policías bonaerenses vestidos de civil, a bordo de cinco autos no identificables, salieron de caza para emboscar a una banda que trabajaba para ellos y se quería independizar de la brigada. Este hecho aún no fue probado y su esclarecimiento es una de las exigencias de los familiares de los asesinados. Los efectivos declararon en su momento que perseguían a “delincuentes” que iban en dos autos, huyendo de un presunto robo a una sucursal del Banco Galicia. Luego dijeron que los sospechosos transportaban cinco kilos de cocaína.
El juicio comenzó casi un año después de la audiencia preliminar. En el banquillo de los acusados se encuentran 7 policías de la Brigada de Lanús: los excomisarios Roberto Mantel y Eduardo Gómez, el exoficial Osvaldo Lorenzón, el ex subteniente Pablo Dudek, los ex oficiales Julio Gatto y Marcelo Valenga y el excabo Marcos Rodríguez (todos ellos están en libertad). Además, se encuentra imputado el exsubteniente Marciano González, quien sufrió un ACV hace poco más de un año y aún falta que se entregue una pericia médica que indique si está en condiciones o no de afrontar el juicio.
En la apertura del debate, los defensores realizaron planteos de inconstitucionalidad, nulidad y prescripción “por el tiempo transcurrido desde el hecho a sabiendas que estos planteos ya fueron rechazados por los mismos jueces que encabezan el juicio en instancias previas a las del lunes. En las próximas jornadas darán su testimonio Raquel, Patricia Corbo, la viuda del remisero, y Claudio Díaz, el sobreviviente. Luego declararán los policías a cargo de la instrucción inicial del caso" (Télam, 17/10).
Desde la fiscalía a cargo de Viviana Simón y Jorge Betini Sansoni, enmarcaron los hechos como “ataques sistemáticos de la Policía Bonaerense a la población civil facilitados por el aletargamiento de la justicia y la inacción del Poder Ejecutivo de entonces”. Ciro Annichiarico, abogado de la viuda de Edgardo Cicutín, se expresó en la misma línea de la fiscalía. “Aquí hubo un plan criminal conjunto de los imputados” (Diario Conurbano, 18/10).
La masacre de Wilde fue uno de los casos de gatillo fácil más resonantes de Avellaneda. El hecho ocurrió en plena vigencia del “meta bala” que promovía el entonces gobernador Carlos Ruckauf. El caso encierra la clave de la violencia y atropellos cotidianos de la policía contra la población: su entrelazamiento definitivo con el crimen organizado.
Impulsamos el acompañamiento de organizaciones sociales y de derechos humanos a los familiares de las víctimas durante todas las jornadas que dure el juicio.