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La lucha del movimiento de residentes y concurrentes de CABA colocó en la agenda nacional la crisis generalizada de la salud pública y la precariedad laboral de los trabajadores del sector. El temor del gobierno a una escalada nacional de la huelga indefinida de residentes y concurrentes porteños, hasta convertirse en una huelga general de la salud, está fundada en las luchas que están brotando en todo el país, como en Tucumán, Río Cuarto, Rosario, Bariloche, Jujuy, Catamarca o la provincia de Buenos Aires.
En Tucumán, la lucha de los trabajadores de la salud por el salario estuvo también acicateada por la lucha de la docencia de la provincia que causó un fuerte impacto. Un abrazo simbólico convocado por los delegados del Hospital de Niños desató un efecto dominó con nuevos abrazos y cortes frente a los hospitales Kirchner, Carmen, Eva Perón, Avellaneda y Centro de Salud, durante los días 14 y 15 de noviembre. Para el jueves 17, el SITAS había convocado a un “paro interno” (con concurrencia al lugar de trabajo y sin movilización), pero luego se votó que la jornada de lucha se realice con corte en la puerta de cada hospital de manera simultánea.
En la ciudad de Bariloche los residentes tuvieron 48 horas de lucha y movilización la semana pasada. El primer punto del reclamo es que los residentes sean considerados trabajadores de salud y no becarios, ya que esta es una forma extrema de precarización laboral, con sueldos que varían entre los $170.000 y los $180.000, además de que no cobran aguinaldo ni cuentan con aportes sociales. A este cuadro se sumó una ola de descuentos salariales de entre $20.000 y $50.000 en el último cobro sin motivo alguno. Con este detonante, la movilización que partió del Hospital Carrillo cuestionó también el 64 % de incremento salarial para 2022, cuando la inflación supera el 100 %, las condiciones laborales y las largas jornadas de trabajo. El gobierno provincial adujo, en relación a los médicos, que los descuentos se debieron a un “error de liquidación”. Pero el conflicto dejó expuesta la profunda crisis de la salud pública en Río Negro.
En Buenos Aires, Kicillof y el gobierno nacional habían iniciado tempranamente un operativo preventivo con la sanción de un nuevo reglamento para las residencias, cuando las protestas amenazaban con expandirse a sus jurisdicciones. A pesar de que los partidos del FIT-U salieron a festejar el reglamento sin denunciar la maniobra del gobierno, el conflicto volvió a estallar cuando los residentes bonaerenses verificaron que el pago de aportes se había sustanciado a costa de una rebaja salarial de bolsillo. En ese cuadro, cerca de 500 residentes movilizaron el lunes hacia la Gobernación en La Plata reclamando por el salario y las condiciones laborales. Luego realizaron una asamblea donde se votó un paro nacional con movilización a Plaza de Mayo para el jueves 17, junto a CICOP-Fesintras, Fesprosa (CTA-A) y hospitales nacionales como el Garrahan y el Posadas.
La lucha de la salud se está extendiendo también a otras regiones. El diario La Voz del Inteior, de Córdoba, tituló que “los trabajadores del hospital de Río Cuarto impulsan un 'Cordobazo en Salud'”. Lo que comenzó con renuncias del servicio de emergencias del Hospital San Antonio de Padua, de Río Cuarto, continuó con un paro y movilización de trabajadores de varios hospitales que no sólo reclamó una recomposición salarial, sino también “un cambio en el rumbo de la política sanitaria en la Provincia”. Se está desarrollando una coordinación de distintos hospitales para dar una pelea de conjunto impulsada por la Coordinadora de Trabajadores de la Salud. El plan de lucha continuará con asambleas y cortes de calle. De no tener respuesta, está previsto declarar el estado de asamblea permanente y paro de 72 horas la próxima semana. Al igual que en otras regiones, los trabajadores de la salud reclaman por las condiciones laborales y un salario igual a la canasta familiar.
Los levantamientos de trabajadores de la salud abarcan cada vez más provincias. En Catamarca, la lucha de los trabajadores de la salud lleva más de seis meses. Hace unas semanas movilizaron a la legislatura y arremetieron contra ella con huevazos y se quemaron neumáticos. La movilización tuvo como consigna “la salud está en crisis” y reclamaron una recomposición salarial y un mejoramiento del sistema de salud. En Rosario distintas federaciones gremiales se plegaron al paro del jueves 17 y movilizarán en varios puntos de la provincia. La presión desde abajo se hace sentir hace semanas, con asambleas y movilizaciones de residentes y efectores de salud. En Jujuy los trabajadores de la salud convocaron al paro de 48 horas con movilización el jueves 17 frente a la casa de gobierno.
Desde Política Obrera impulsamos y apoyamos ese camino, y llamamos al conjunto de los trabajadores a apoyar y extender la lucha de residentes y concurrentes.