Mechi Cantero: finaliza el juicio

El pasado jueves 17 tuvo lugar la última jornada de los alegatos en el juicio a los responsables de la muerte del joven trabajador Brian “Mechi” Cantero. Se produjo una movilización de los familiares de Mechi y organizaciones solidarias a las puertas de los tribunales de Quilmes, sobre la Avenida Irigoyen. El juicio llegó más de 4 años después del asesinato, luego de que fuera pospuesto en dos oportunidades.

En la última jornada del juicio se produjeron los alegatos de la fiscalía y de la defensa de los acusados, encargados de planta en la fábrica papelera Sein de Florencio Varela, Españon y Planera. El 24 de octubre de 2018, Mechi murió atrapado por una máquina que se puso en movimiento, mientras él se encontraba limpiándola y engrasándola, por orden del capataz. Españon era el capacitador de los nuevos trabajadores. Declaró que no lo había capacitado y que ni siquiera lo había conocido porque estaba en negro y no le correspondía. El otro, Planera, era -o es- el jefe de planta y era el que mandó a Braian a engrasar la máquina. Los acusados continúan con su estrategia de deslindar todo tipo de responsabilidades en el fallecimiento del trabajador. Lo que está planteado, es que si esta gente llega a ser sentenciada, deja abierta la posibilidad de ir por los dueños de la fábrica, los hermanos Mario y Pablo Espósito y por Ernesto Ramón “Archi” Fuentes, el contratista con ligazón a las grandes patronales de la zona.

La tercerización, la condena sobre los trabajadores

Mechi fue un trabajador súper tercerizado. Contratado en negro por el contratista Archi Fuentes, estaba sometido a condiciones laborales y salariales muy inferiores a las de los demás trabajadores de las empresas a las que lo enviaban. Antes de la papelera, Mechi estuvo en la fábrica del vidrio Rigolleau, de la cual él pidió el traslado porque lo hacían realizar tareas muy riesgosas, sin elementos de seguridad (en Rigolleau se han producido varias muertes obreras, luego del paso de Mechi por esa fábrica).

Desde Sein comenzaron a presionarlo para que lleve adelante la tarea de engrasador. A Mechi, con miedo a perder el trabajo, no le quedó otra alternativa que acceder. Bajo la promesa de “efectivizarlo”, lo sometían a las tareas que los trabajadores conveniados no hacían.

En Sein ya se habían producido muertes obreras y también volvieron a suceder, mientras el sindicato papelero hace la vista gorda. La burocracia plantea que Mechi “no era un trabajador de convenio”. Una política sistemática del sindicato y la federación papelera, que fue oportunamente denunciada por los papeleros de la Lista Gris y de la fábrica Kimberly Clarck de Bernal.

La situación de Mechi es la misma de miles de jóvenes hoy en día. La “recuperación económica” de la que se jactan el gobierno -incluida la Vice- y los empresarios viene montada en la súper explotación de la juventud, con trabajo precarizado y en negro que crece hasta representar el 80% de los nuevos empleos. Una política sistemática del estado, las patronales y los sindicatos. El proceso de autoconvocatorias, asambleas y movilizaciones de la base de los sindicatos es la expresión del repudio entre las masas laboriosas a esa tríada de explotación. La lucha de Justicia por Mechi forma parte de la lucha general contra la tercerización, y en definitiva, por acabar con este régimen asesino.

El empeño por Justicia

Durante estos 4 años que demoró el Estado en llevar a cabo el juicio hubo, por parte de la familia, una incesante campaña, bajo la convicción que la justicia solo actúa bajo presión. La familia y la comisión que se formó para impulsar la lucha sortearon presiones de la patronal, del sindicato y también del estado, incluido el intendente de Varela, quien llamaba a la familia para apretarlos. Una campaña que recorrió varios distritos del sur del conurbano con sendas movilizaciones, universidades, festivales, encuentros, etc.

Este próximo martes 22, a las 13hs, se dará lectura a las sentencias en este caso. Llamamos a todos los trabajadores a acompañar con una gran movilización a la puerta de los tribunales, en Irigoyen al 400, a 2 cuadras de la estación Quilmes.