Legislatura: Horacio Rodríguez Larreta, el discurso de un capitalista inmobiliario

Escribe Maxi S. Cortés

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Rodríguez Larreta aprovechó el inicio de las sesiones legislativas para su campaña presidencial. Polemizó tanto con el gobierno del Frente de Todos como con su oposición interna Macri-Bullrich.

En materia de seguridad, atacó a los mapuches como “violentos usurpadores de tierra” y reivindicó el uso de las armas Taser. También se refirió a “mafias bloqueando y apretando empresas”, que algunos apuntan al moyanismo, con el cual, sin embargo, tanto Rodríguez Larreta como Mauricio Macri supieron tejer lazos comerciales y políticos.

Rodríguez Larreta reivindicó las reformas curriculares y del Estatuto Docente, en lo que ha sido una contrarreforma laboral y educativa. La “revolución educativa” que propone ya viene aplicándose en CABA con la “secundaria del futuro”, eliminando materias y contenidos, por pasantías laborales en empresas. En la Ciudad hay un déficit crónico de vacantes en la escuela pública, que viene retrocediendo frente al enorme desarrollo del negocio de la educación privada.

En plan ´estadista´, Rodríguez Larreta prometió a las grandes patronales y FMI aplicar “un shock de confianza internacional para recuperar la credibilidad”, pero no prometió evitar un default, como piden los bancos y fondos comunes. Frente a la guerra en Ucrania se posicionó, aunque el términos diferentes a los del Frente de Todos en la última reunión de la ONU, a favor de la OTAN.

Contrariamente al proceso de “integración” de los “barrios populares” que reivindicó, la “transformación urbana” ha significado para las y los trabajadores de la Ciudad un fenomenal proceso de encarecimiento del metro cuadrado y de los alquileres, y el remate de tierras fiscales y la promoción de negociados inmobiliarios. “No es normal vivir con miedo”, afirmó, reivindicando su política de seguridad. Pero las condiciones de vivienda de los vecinos de las villas no han mejorado, sino empeorado y las redes de narcotráfico crecen en ellas.

Su eje de campaña es la ´superación de la grieta´ y a favor del ´consenso´. Pretende acompañar de ese modo, los planteos del FMI y del embajador norteamericano. Puede esgrimir, en ese sentido, que ha gobernado CABA con el apoyo franco o la complicidad del peronismo, tanto en los sindicatos como en la Legislatura.

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