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Como parte del plan de lucha votado la semana pasada en la planta del neumático de Lavallol, los trabajadores llevaron adelante un paro en el turno noche del lunes por la reincorporación de los nueve trabajadores despedidos de Bridgestone, una represalia patronal porque realizaban reclamos por las malas condiciones laborales. La huelga contó con un acatamiento del 100 % de los trabajadores. Luego, el martes se llevó adelante una concentración exigiendo a la patronal la reincorporación inmediata de los despedidos. Por su parte, la patronal impidió el acceso de los delegados y la dirección seccional del SUTNA para evitar que se desarrollen asambleas e intentar desarticular el plan de lucha.
Entre las malas condiciones de trabajo dentro de la empresa se destaca todo lo relacionado con las altas temperaturas en determinados sectores, sin gozar de ambientes refrigerados que exige la legislación laboral, condiciones que fueron constatadas por el propio Ministerio de Trabajo.
Las acciones de lucha no se vieron disminuidas por el rumor que dejó correr la patronal japonesa sobre un pago de un “bono de repartición de ganancias” entre los trabajadores. Este premio apunta a "calmar los ánimos" dentro de la planta y desarticular las acciones.
Durante la audiencia en el Ministerio de Trabajo del día lunes 3, la patronal se mantuvo firme en la posición respecto de mantener los nueve despidos aduciendo “diversos incumplimientos en las tareas correspondientes a sus puestos de trabajo, ausentismo injustificado e impuntualidad entre otros”. Por otra parte, la propia patronal llama a los trabajadores a abandonar las “pseudo asambleas” que se realizan en la planta. Lo cierto es que los despidos intentan regimentar a los trabajadores porque exigen el descanso de 15 minutos por cada 45 minutos trabajados, en ambientes ventilados y refrigerados, de manera de disminuir los impactos de las altas temperaturas sobre la salud.
El paro de los trabajadores de Bridgestone continuaría el miércoles.