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El pasado lunes 24 se reunió virtualmente el congreso de Conadu Histórica, con el objetivo de considerar la propuesta vergonzante que formuló el gobierno en la paritaria reabierta.
La propuesta era solo un adelanto de cuotas: pasaba para abril la cuota de mayo, a la que se sumaba un punto, que se restaba, a su vez, de la cuota del mes siguiente. Para los docentes que cobran garantía salarial, ni un peso de aumento.
Lo acordado por la burocracia en marzo había quedado completamente superado por la inflación y no había podido frenar la lucha de la docencia universitaria, que llevaba 3 semanas de paros (aunque discontinuos), con acatamientos importantes en las escuelas preuniversitarias de todo el país y en varias universidades grandes. También había sumado el apoyo creciente de sindicatos que aún están enrolados en la Conadu Yasky.
El rechazo mayoritario del congreso de Conadu Histórica a la nueva propuesta no se tradujo, sin embargo, en una perspectiva de lucha.
El congreso desestimó las propuestas de paro y abrió un impasse con jornadas de "visibilización" que no llevan a ningún lado.
El congreso, por otra parte, no aprovechó las varias horas de debate que tuvo, para analizar el profundo agravamiento de la crisis nacional.
Solo la representación de ADIUNT intervino en el sentido de proceder a un balance crítico del plan de lucha y la necesidad de plantearse una estrategia de conjunto para enfrentar la devaluación y la hiperinflación en curso.
Denunciamos también el golpe de mercado contra los salarios que se estaba sucediendo en simultáneo al congreso y llamamos a plantear y preparar la huelga general.
Al día siguiente, el dólar llegaba a $495 y el proceso hiperinflacionario daba un salto, ante la pasividad de toda la burocracia sindical y también de nuestra federación.
El congreso votó un impasse que, por otro lado, no podrá sostener. La situación se agrava con el correr de los días. Por otra parte, los ataques de los rectorados contra la docencia y los estudiantes siguen su curso.
Como señalamos en el congreso: No hay ninguna defensa posible del salario ni de los derechos laborales en el marco estrecho del corporativismo de un gremio, ni tampoco se logrará revertir nada con medidas aisladas. Es hora de discutir y preparar la huelga general.
