Escriben Daniela Romano y Ángel Tolaba
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Docentes, ordenanzas y trabajadores de la salud autoconvocados de Salta llevan seis días de huelga por tiempo indefinido por aumento salarial y contra los descuentos ilegales. Este miércoles se movilizaron desde la plaza central hasta la Casa de Gobierno. La marcha resultó multitudinaria. Las columnas ocupaban más de ocho cuadras.
El gobierno pretendía castigar a los que luchan contra su política de confiscación salarial y derrumbe educativo con los descuentos ilegales y amenazas. Los docentes, en una asamblea de 200 activistas, repudiaron estas extorsiones y convocaron al paro por tiempo indeterminado desde el viernes 5. Rápidamente la adhesión fue creciendo, con asambleas autoconvocadas en Cafayate, Rosario de la Frontera, Metán, Tartagal, Mosconi, Yrigoyen, Colonia Santa Rosa, Rosario de Lerma, Capital, La Caldera, llegando al 90% en toda la provincia. Un docente que recién se inicia cobra $130.000. La lucha por un salario mínimo por cargo equivalente a la canasta familiar, hoy valuada en $320.000, es más necesaria que nunca. Sobre todo cuando Sáenz -con el acuerdo de kirchneristas y macristas- pretende hacer pasar una reforma educativa para imponer un salario por productividad.
A las burocracias de Sitepsa y AMET no les ha quedado otra que salir tardíamente a sumarse al paro con la consigna de “reapertura de paritarias”. Se trata de una maniobra harto conocida por la docencia: la burocracia títere del gobierno negociará algún nuevo porcentaje menor para desmontar el movimiento, como ya pasó con todos los “aumentos” anteriores. Sáenz cuenta con la burocracia sindical de la intergremial y con los autoproclamados “delegados de la plaza”, que aplaudirán sin oposición alguna o a lo sumo aceptarán en “disconformidad”.
Sáenz viene desconociendo a los Autoconvocados y su pliego de reclamos. Apenas se conoció el paro de AMET y Sitepsa, dictó la conciliación obligatoria y rápidamente estos gremios la han aceptado.
La docencia autoconvocada es la que abrió un camino a trabajadores municipales, ordenanzas, médicos, enfermeros y trabajadores judiciales, que ahora también se autoconvocan para superar la pesada loza de sus burocracias sindicales. La lucha rinde: los trabajadores de Coca Cola acaban de revertir 400 despidos e imponer una negociación por adicionales salariales, aun habiéndose cerrado la paritaria nacional.
Para sortear las maniobras de Sáenz, tenemos que reforzar la autoconvocatoria, fortalecer la huelga dándole un carácter activo, con recorridas y asambleas por escuelas para ganar a todos los compañeros a esta lucha:
¡Abajo las paritarias truchas de Sáenz y su intergremial! Por un aumento inmediato del salario, para llegar a la canasta familiar, equivalente a 320 mil pesos, indexado por inflación y su impacto en todos los ítems del salario y el escalafón.
Por la restitución de los descuentos ilegales a los que pararon en los meses anteriores y el respeto irrestricto al derecho a huelga.
Por una coordinación de la lucha con las autoconvocatorias de los trabajadores de salud, Coca Cola y con los Autoconvocados judiciales. Por un congreso de trabajadores para que triunfen todas las luchas.