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Los próximos miércoles 17 y jueves 18 de mayo habrá una nueva huelga de 48 horas de la docencia de la provincia de Buenos Aires. La medida fue adoptada por un Encuentro Provincial Docente, convocado por las seccionales multicolores de Tigre, Marcos Paz y Bahía Blanca, donde la mayoría de los mandatos de escuelas se expresaron por realizar las medidas de fuerza.
La docencia viene de parar masivamente el 25 y 26 de abril pasados, desconociendo a su dirección provincial. Fruto de esta presión, la burocracia sindical de SUTEBA y el gobierno provincial vienen de acordar un adelanto del último tramo que la docencia debía cobrar en agosto para el mes de junio. En febrero se había pactado un acuerdo del 40 % (gran parte por fuera del salario básico) en tramos. Kicillof y Baradel prometían que, con ese monto, la docencia le iba a “ganar a la inflación”. Es muy claro lo alejada de la realidad que ha quedado esa premisa. El gobierno utiliza el mecanismo de la inflación para carcomer el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones. La necesidad de establecer un aumento inmediato del 100 % sobre el salario básico para parar esta sangría se torna de una necesidad urgente para el bolsillo de los profesores y maestras.
Otro de los puntos nodales que reclama la medida de fuerza es la implementación por parte del gobierno provincial de medidas de protección y resguardo, para responder ante una ola de ataques que están sufriendo los docentes en sus lugares de trabajo, como consecuencia del agravamiento de la crisis social que explota en las escuelas. Maestras del nivel inicial se están autoconvocando en diferentes distritos (La Matanza, Merlo) para exigir protocolos de cuidado. En los últimos días, hubo paros distritales en José C. Paz y en Merlo, en repudio a agresiones que sufrieron compañeros en sus escuelas. El gobierno provincial y los sindicatos anunciaron que están trabajando en un conjunto de medidas de “reparación y resguardo”, que la docencia desconoce porque no es parte de la discusión.
La agenda de reivindicaciones que tiene la docencia incluye el nombramiento de los cargos faltantes, un plan de obras de infraestructura escolar para poner en condiciones las escuelas, la universalización del SAE (Servicio Alimentario Escolar), el correcto funcionamiento de IOMA y el rechazo a los copagos, la regularización del sistema para la carga de licencias médicas y el rechazo a un conjunto de reformas educativas que están precarizando aún más el trabajo docente.
Impulsemos en todas las escuelas de la provincia la adhesión a la huelga del 17-18 de mayo, con acciones distritales y movilizaciones, en la perspectiva de poner en pie una huelga general por un aumento mínimo de emergencia de $150.000, por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar por un cargo. Es el camino que marcan los docentes salteños que están conmoviendo a la provincia con una huelga indefinida autoconvocada.