Brote de bronquiolitis, pandemia, vaciamiento de la salud pública

Escribe Soledad Domínguez

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La provincia de Buenos Aires atraviesa “la peor epidemia de bronquiolitis que tengamos registro”, según el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. Estas declaraciones se dan en el marco de una suba de la demanda de pediatras y la alta demora en la atención en los hospitales de la provincia. En CABA, por otra parte, la sala de internación pediátrica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez presenta un 90% de ocupación; y el Hospital Elizalde, 85% (Infobae, 24/5). El 61% de los casos de bronquiolitis en la Ciudad provienen de la provincia de Buenos Aires (Clarín, 27/5). A su vez, trabajadores y trabajadoras del hospital Garrahan han dado a conocer el colapso del hospital debido al aumento de los cuadros de enfermedades respiratorias.

La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de un año. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) (Ministerio de salud-Nación). Desde principios de marzo comenzó a registrarse un incremento de las consultas por cuadros respiratorios. Respecto a los niveles anteriores a la pandemia, las consultas aumentaron entre 20% y 30%. Según el último boletín epidemiológico nacional (N° 654, SE 20, Año 2023) entre las semanas 01-19 (de enero a mayo) del año 2023 se notificaron 34.402 casos de bronquiolitis, con una tasa de incidencia acumulada de 2.358 casos cada 100.000 habitantes.

Un comunicado emitido por el Ministerio de Salud el 20 de mayo pasado, refiere que la mayor incidencia de las infecciones respiratorias se explica porque en Argentina, como a nivel global, la circulación de influenza y de otros virus se interrumpió con la llegada de la pandemia por Covid-19, especialmente durante los años 2020 y 2021. Luego de este período, el virus de la gripe volvió a circular con un comportamiento inusual. A esto, algunos expertos entrevistados en medios de comunicación agregan que la cobertura de vacunación para la gripe es muy baja en pacientes pediátricos. Aproximadamente hay alrededor de 125.000 menores de un año que en 2022 no accedieron a ninguna dosis, según un informe de UNICEF (Clarín, 24/5).

Aunque los datos sean alarmantes, el número de casos de bronquiolitis se encuentra por debajo de 2015, cuando se registró el pico máximo con 5.075,5 cada 100 mil habitantes, una incidencia de más del doble que la actual (Clarín, 27/5). La situación de alarma se encuentra en el deficitario sistema de salud: el 25 de mayo, la Sociedad Argentina de Pediatría emitió un comunicado (https://www.sap.org.ar) donde se apunta que la situación sanitaria actual presenta “un escenario difícil para el ejercicio profesional de la pediatría”. Dentro de las dificultades, mencionan a las condiciones de trabajo inaceptables, alta carga laboral, inestabilidad en los empleos, falta de estímulo para el crecimiento, situaciones de violencia, baja remuneración, necesidad del pluriempleo para llegar a fin de mes y falta de oportunidades para actualizarse en la profesión. El salario de los médicos pediatras en provincia de Buenos Aires y el interior ronda entre $250.000 y 300.000. En CABA, premedia $250.000, mientras que en efectores privados se pagan entre $1.500 y $3.400 la consulta. Son valores que se ubican por debajo del costo de la canasta básica (valorizada en $374.003,99, según CESYAC). A esto se agregan la imposibilidad de jubilarse de muchos trabajadores y trabajadoras, producto de las condiciones en las que se encuentran las mismas. Segun SAP, “resulta bastante desgastante tanto en el ámbito de la salud pública como en la medicina privada” y denuncian “la disminución del recurso humano en el equipo de salud, ocasionados por la falta de nuevos nombramientos, cargos vacantes que no se cubren, contratos temporales, carencias en equipamiento e infraestructura, falta de tiempo para examinar adecuadamente a los pacientes”.

A días de que la Organización Mundial de la Salud anunciara el fin de la emergencia sanitaria internacional por COVID-19, el sistema de salud debe hacer frente a epidemias como el dengue y ahora al brote de bronquiolitis en un cuadro de desmantelamiento y vaciamiento sistemáticamente denunciado por los trabajadores y las trabajadoras y los usuarios y usuarias del sistema. El presupuesto de salud para el 2023 ha sido recortado, en función del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del pago de la deuda. Las consecuencias están a la vista.

Mejores condiciones de trabajo y salarios acordes para los trabajadores y las trabajadoras de la salud son el primer paso en la defensa de la salud del conjunto de la población trabajadora.

**Referencias: **

-Ministerio de Salud-Nación: - https://bancos.salud.gob.ar/bancos/materiales-para-equipos-de-salud/soporte/boletines-epidemiologicos/

-https://www.argentina.gob.ar/noticias/salud-refuerza-recomendaciones-para-prevenir-el-impacto-de-enfermedades-respiratorias-en

-Sociedad Argentina de Pediatría: https://www.sap.org.ar/

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