Dengue y cuarentena en el norte salteño

Escribe Fernanda Bono

El estado es responsable.

Tiempo de lectura: 3 minutos

La repatriación de 180 argentinos que ingresaron por Salvador Mazza ha encendido la alarma de los pueblos del norte salteño, quienes han vivido horas turbulentas frente a la posibilidad de contagio de algún ciudadano fronterizo. Los anuncios de los días previos no auguraban buenas nuevas ya que no se conocía el destino de los repatriados. No se han otorgado los elementos de bioseguridad al personal afectado de aduana quienes, en su mayoría, residen la zona franca. La escuela donde estuvieron los repatriados durante un poco más de 12 horas no fue preparada para este fin, sobre todo porque está ubicada en el centro de la ciudad. A pesar de ello, los trabajadores de la salud y el cuerpo de bomberos voluntarios llevaron adelante una excelente labor. No así Fernández y Sáenz, quienes han improvisado el traslado y aislamiento.

El sistema sanitario de la provincia esta tan vaciado desde antes de la pandemia que empeora aún más la situación actual. Es que el departamento San Martín ya padece año a año su epidemia con enfermedades como dengue, chikunguña, entre otras. Actualmente, hay más de 600 infectados de dengue sólo en el pueblo de Salvador Mazza y al menos 3 muertos por esta enfermedad. En Tartagal, Mosconi y Aguaray la situación es similar, afectando sobre todo a las comunidades originarias. En la provincia es incalculable la cantidad de infectados, sin embargo, Sáenz no los reconoce. La mayoría de los infectados están con internación domiciliaria dado que los hospitales han colapsado. Los agentes sanitarios son los encargados de atender a los internados en sus domicilios. En todas las localidades salteñas, los hospitales funcionan como salitas de primeros auxilios, los trabajadores de la salud son escasos y casi todos están precarizados.

La precarización y desocupación en Salvador Mazza es la regla, pero también lo es del otro lado del puente. Antes de la pandemia, trabajadores argentinos-bolivianos se fundían en una jornada larga y extenuante. La tarea de estibador y carrero no conoce nacionalidad y es bien conocido que es una de las pocas actividades a la que pueden acceder los trabajadores de Salvador Mazza (Argentina) y Yacuiba (Bolivia). Cientos de trabajadores pasan mercaderías de un lado a otro del puente fronterizo con toneladas de cargas sobre sus espaldas o carros. La pandemia y la cuarentena, por consiguiente, si bien ha reducido drásticamente la actividad carrera, no la ha frenado. Los trabajadores se han visto obligados a romper con el aislamiento para poder llevar la comida, enfrentar enfermedades como el dengue, y la carestía de la canasta familiar; por lo mismo están siendo reprimidos. Son frecuente las denuncias de vecinos hacia la policía quiénes ingresan a los barrios, dando tiros al aire, para confiscar la mercadería que los carreros pasan. Trabajadores con doble nacionalidad son detenidos y hacinados en comisarías arbitrariamente, o son repatriados en el caso de ciudadanos bolivianos que residen en Salvador Mazza.

Los docentes del departamento de San Martín ya vienen organizándose contra la crisis sanitaria que ha profundizado el COVID-19 y que se suma a la crisis anual por el dengue. Se han armado comisiones para realizar un relevamiento de los recursos materiales y trabajadores necesarios para enfrentar la pandemia y el propio dengue. En Mosconi y Aguaray, docentes autoconvocados se ha puesto a la cabeza de esta tarea levantando firmas de un pliego de reclamos al gobierno provincial.

Avancemos en una deliberación de los trabajadores carreros para enfrentar la precarización y la desocupación sistemática en el marco de esta pandemia. Para poder realizar la cuarentena es necesario armar comité obreros y vecinales para exigir un salario de emergencia mientras dure el aislamiento. Que se equipen todos los hospitales del departamento San Martín con todos los respiradores necesarios, barbijos y elementos de bioseguridad para los trabajadores de la salud. Que se incorporen todos los trabajadores necesarios en la salud bajo convenio y en planta permanente y 6 horas de jornada laboral. Internación hospitalaria de los infectados por dengue para que no mueran abandonados en sus hogares. Que se realicen las obras públicas como cordón cuneta, pavimentación de las calles, desmalezamiento, descacharrado y la obra necesaria para garantizar el agua potable para erradicar los nichos de reproducción del aedes aegiptys y prevenir la enfermedad del dengue y aislarse adecuadamente ante el COVID-19.

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