“El cambio climático es la rebelión de la Naturaleza contra el Capital”

Discurso pronunciado por Patricia Urones, candidata a la vicepresidencia, en la presentación de listas de Política Obrera, 14/7/2023.

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Bueno, compañeros, es difícil hablar después de semejante final del discurso de Marcelo. Sucede que cuando uno tiene que defender las ideas de un partido como Política Obrera, la responsabilidad yo creo que es doble, porque no solo defiende las ideas de la revolución a nivel mundial, lo cual ya tiene unos cuantos años, como dijo Marcelo, sino que además tiene toda la carga de la lucha de un partido con más de 50 años de historia, que han pretendido censurar y no lo han logrado y creo que incluso podemos llegar a salir fortalecidos.

En esta campaña electoral hay unas cuantas omisiones porque, como ya dijo mi compañero, reina una confusión adrede porque los partidos políticos tradicionales no dicen totalmente, o dicen a medias, entre líneas, lo que van a hacer. Esto es lo que hace también que muchos crean que hay una derechización del electorado, ocultando así sus propias claudicaciones. No. En realidad, lo que hay en el electorado es una confusión, un embarullamiento y la responsabilidad de la izquierda consiste en aclarar a los trabajadores cuál es la situación por la que están atravesando, en qué consiste la crisis que atraviesa y ofrecerles un rumbo de salida en sus propios términos. Política Obrera está empeñada en estas elecciones en esto. En aclarar en qué consiste esta crisis, en ofrecer una comprensión del momento actual y abrirle a la clase obrera una perspectiva de salida. Esa es nuestra principal intención. Está forzando un régimen social que está en una crisis vertebral. Esa crisis vertebral se expresa sobre todo en la crisis del medio ambiente, lo que en los medios de comunicación o entre la gente que conoce del tema se llama cambio climático. Hace poco nombramos en nuestra prensa que lo que se llama cambio climático no es más que la rebelión de la Naturaleza contra el capital, en la medida en que el capital no conoce otra forma de funcionar que explotando no solo a los trabajadores, sino también al agua, la tierra, el aire. Esta crisis ambiental no es más que la expresión de la decadencia del capital. Es uno de los motivos por los cuales el tema del medio ambiente es el gran ausente en esta campaña. Yo los desafío a que ustedes busquen una nota o gugleen y van a ver que ningún candidato habla de la crisis ambiental, lo mencionan solamente a modo de compromiso en dos segundos en algún spot, o solamente dos o tres palabras en algún texto de alguna propaganda escrita. No puede ser de otra manera porque estamos en una crisis capitalista que atraviesa en todos los órdenes a la sociedad. Un puñado de capitales mineros devoran montañas, mesetas, cuencas hídricas enteras; un puñado de capitales petroleros contaminan aguas, dejan abiertos pozos que contaminan el aire y todos los mecanismos que se han intentado a nivel nacional e internacional y se han diseñado para contrarrestar esta crisis ambiental han fracasado. Hace 30 años que la ONU intenta poner de pie una cooperación mundial y se la pasa escribiendo hojas y hojas y diseñando planes de adaptación y mitigación y, en los últimos dos o tres años, ellos mismos, no lo digo yo, no lo dice Política Obrera, lo dice la ONU misma y todos los representantes de las organizaciones ambientales que pertenecen a la ONU, concluyen que todos estos intentos fracasaron. Miren, este año se hizo el quinto informe desde que se hace el informe -desde hace 30 años también-, el quinto informe, que se hace cada diez años o siete años, para analizar el estado de la cuestión del clima y arribar a conclusiones sobre qué medidas o qué políticas públicas se deben tomar para enfrentar el problema del cambio climático. El último informe parece que lo hubiera escrito un trotskista, es más catastrofista que nosotros. En ese informe arribaban a la conclusión de que el 1,5 °C (grados centígrados) de aumento en la temperatura, que se habían puesto como objetivo hace una década atrás, se va a superar; que, incluso poniendo en pie todos los planes de descarbonización y de adaptación y de mitigación al cambio climático que los Estados ya tienen armados, la temperatura va a aumentar. Hasta incluso el mismo informe plantea que es pesimista acerca de las posibilidades de que los planes que esos Estados tienen se cumplan. Bueno, a nosotros no nos extraña. En la Argentina, el gobierno, a través del Ministerio de Medio Ambiente elaboró un plan de adaptación y mitigación del cambio climático que es papel mojado, que no se cumple y no se va a cumplir, de la misma manera que todos los planes que tiene la ONU no se van a cumplir. ¿Por qué? Porque la organización de la producción en el capitalismo está basada en el criterio de la renta y el lucro. El capitalista emprende un negocio porque le da una ganancia y, cuando emprende el negocio, en el momento en que lo hace, lo hace en medio de una competencia tan feroz que lo que menos le interesa es ir a un análisis y a una comprensión del ecosistema, o del ambiente en el cual se va a emplazar su negocio, y esperar a ver cuál es el impacto que su negocio va a tener entre la comunidad donde se emplaza el negocio y en el ecosistema donde se emplaza también. Hace poco se aprobó el famoso proyecto Fénix, que es una plataforma petrolera en el Atlántico Sur, y la Secretaría de Cambio Climático aprobó a la velocidad de la luz la evaluación del impacto ambiental. ¿Por qué? Y bueno, porque el gobierno y todos los partidos patronales coinciden en que la prioridad es obtener divisas para pagar la deuda externa y la prioridad de la empresa petrolera, que es Total Austral, es empezar a producir a como dé lugar, cuanto antes, porque la guerra que se produce en Ucrania entre la OTAN y Rusia ha llevado para arriba los precios del petróleo. Entonces, quieren obtener la renta cuando antes. En el régimen social capitalista, cualquier intento por más altruista -que de parte de estos organismos no lo es-, por más bienintencionado que sea, de detener esta lógica con una política aislada es imposible.

Tenemos el caso de la soja, paradigmático de nuestro país. Hay una censura en curso a una científica que ha abordado el problema de la incidencia de los agrotóxicos en la salud de los trabajadores y de los vecinos que viven en los pueblos donde se fumigan campos. Todavía no conocemos, porque no hay investigaciones oficiales acerca de cuáles son los problemas de salud que está teniendo la población, sobre todo en la zona de plantación de soja, en la provincia de Buenos Aires, en Santa Fe, en Córdoba, qué problemas de salud está teniendo por la incidencia de estos agrotóxicos, cómo estos agrotóxicos están contaminando no solamente los ríos, sino hasta incluso las napas de agua, de las cuales la gente, los trabajadores, toman agua. Todo esto no está siendo analizado ni investigado, por el simple hecho de que, si se llega a abrir esta vía de conocimiento, esto va a sublevar a más de un trabajador y a más de una población. Esos son los motivos por los cuales la cuestión ambiental no se toca en esta campaña, porque detrás de cada uno de los grandes negocios, o de los ejes estratégicos de la economía nacional, hay fuertes impactos ambientales. Una cosa que me olvidé de decir: desde mediados de los 90 hasta acá, ya estamos a 25 años, tenemos 25 años de uso intensivo de la tierra con el paquete tecnológico de semilla transgénica-agrotóxico y ya hay estudios del INTA que mencionan que hace 25 años la tierra, en la pampa húmeda, está perdiendo productividad. Es decir que el capital en su propia lógica voraz está matando la gallina de los huevos de oro. No tiene otra forma, es el afán de lucro del capital y ese es el mismo motivo por el cual la cuestión ambiental no está en la campaña.

El último punto: la rebelión jujeña es tan creativa (las rebeliones son tan creativas, cuando la población lucha y delibera surgen tantas cuestiones) que no sé ha escapado el problema de los grandes desafíos y problemas que presenta la explotación de litio. Explotó por el lado de las tierras, porque las compañías ya se empiezan a pelear porque la mayoría de las concesiones ya se hicieron, y se empiezan a pelear entre los capitales extranjeros y algún que otro empresario nacional que quiere morder, para poder acceder a esas concesiones hay que desplazar poblaciones. Hay que desplazar, sobre todo en el territorio de la Puna, a pueblos originarios. El problema ambiental en la Puna, en Jujuy, explotó por el lado de la tierra, bueno, eso es lo que tenemos que discutir; porque en última instancia, como el criterio del régimen social capitalista es la renta y como en esa voracidad destruye el medio ambiente, eso es donde tenemos que intervenir. En esa forma, o en esa planificación de la producción. La intervención en la planificación de la producción, sea por la vía de reclamar la titularidad de los pueblos originarios que hace siglos viven en esas zonas, o sea por la vía de exigir y de intervenir con poder de veto en qué se va a hacer en determinado territorio, qué impacto va a tener, si eso conviene o no conviene a la población, si sirve o no sirve a la sociedad, implica un choque con el capital. El problema del medio ambiente es mucho más amplio incluso; la ONU y los planes de adaptación y mitigación hablan de que, con los desastres naturales, las olas de calor, las inundaciones, las sequías, los primeros que sufren -dicen ellos- son los más vulnerables, léase en términos generales la clase obrera. La clase obrera es la primera que sufre y les voy a dar un ejemplo muy concreto y que tiene que ver con lo que vamos a ver ahora en los próximos meses. Tuvimos dos o tres advertencias: ahora viene el fenómeno de El Niño, después de la sequía, de la mayor sequía desde hace cincuenta años, una sequía de tres años, va a venir un período de inundaciones. Y los primeros que van a sufrir son los trabajadores. ¿Por qué? Porque en nuestro país hace varias décadas que no se invierte en infraestructura, en agua, en cloacas, en vivienda, en saneamiento. Lo que va a suceder es que cuando venga la temporada de lluvias los primeros perjudicados van a ser los barrios, porque como hay un abandono en materia de infraestructura el crecimiento urbano se hizo de manera desordenada y tenemos barrios hacinados por un lado, por otro lado barrios que se han emplazado en terrenos que son tomas, que tienen primero el problema de la titularidad de la tierra y, segundo, que como son tomas, los municipios se aprovechan de esa situación para no invertir en urbanización. Entonces, son barrios que no tienen iluminación, no tienen calles, no tienen agua corriente, no tienen gas, no tienen electricidad. Esos barrios, ese abandono de la infraestructura va a ser lo primero o es, ya es, lo primero que se nota ante cualquier evento natural. Lo mismo fue en la ola de calor, sobre todo se vio en las escuelas, con escuelas que no tenían ni calefacción ni refrigeración, muchas de ellas no tenían agua y por eso no podían afrontar los días calurosos que había y tenían que suspenderse las clases. Ahora vamos a tener con las inundaciones el mismo problema.

Compañeros, como ustedes verán, las mismas conclusiones que atravesaron lo que dijo Marcelo, que me antecedió, son más o menos el eje para razonar el problema del medio ambiente. La crisis del ambiente es la expresión de la decadencia del capital y ningún plan, ninguna política aislada va a solucionar el problema del medio ambiente si no discute, si se hace aisladamente de una política y de una estrategia que tengan como fin terminar con la lógica del lucro y en la planificación de la producción, de la vida de las familias de los trabajadores y de la vida de la sociedad. Lo que está en juego, que en el problema del medio ambiente se ve mucho más claro, es la supervivencia de la especie, porque a alguien le puede parecer a simple vista algo lejano, pero en realidad ya lo estamos viviendo. Los desastres naturales se llevan miles de muertos; los problemas de salud que provocan la contaminación del aire o del agua, las epidemias y pandemias que genera la forma en la cual el capital produce a gran escala generan muertes, muertes masivas. Las hambrunas, como también se mencionó acá, son también producto de cambios fuertes en los mares y en la tierra, de donde el Hombre extrae el alimento con el cual sobrevive. Entonces, compañeros, fundamentalmente la crisis ambiental es la oportunidad, tal vez la más gráfica, para que la clase obrera entienda que la única forma de comenzar a revertir esta situación es tomando el destino no solo del país, sino del mundo, en sus manos e intervenir fuertemente en la organización de la revolución.

Compañeros, no quiero extenderme demasiado más. Al igual que lo que planteó Marcelo recién, el voto de los trabajadores en las PASO es un derecho que le dan a Política Obrera y a su programa para entrar en la disputa política, de cara a las elecciones generales. Vayamos a visitarlos, hablemos con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros familiares, con nuestros vecinos, discutamos estas cuestiones y tratemos de escuchar y de revertir esta confusión que reina y de convencerlos de votar a Política Obrera, en la convicción de que en el futuro la clase obrera se va a ver obligada a intervenir en el proceso político. Y es ahí que esa intervención solamente va a ser efectiva en la medida en que sea una intervención con un programa político, con una estrategia y con una comprensión de la crisis social que la rodea y de los grandes desafíos que tiene por delante. ¡Muchas gracias, compañeros!

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