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Un organismo estatal, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, ha cerrado una investigación iniciada por Macri como consecuencia de la “causa de los cuadernos” en 2018, y determinó que no existió una cartelización de empresas para el reparto de la obra pública. Las declaraciones de los llamados “testigos arrepentidos” no aportaron, según este informe, evidencia suficiente. La causa continua en el terreno judicial, aunque ya tiene a varios megaempresarios sobreseídos como Paolo Rocca de Techint.
Luego de cinco años, el informe de casi 600 páginas absuelve a la “patria contratista” apuntada en los Cuadernos, a pesar de que estos, al menos en sus declaraciones, describieron con mucho detalle una serie de operaciones espurias para el control de la obra pública. La veracidad de este informe de la CNDC importa poco o nada, siendo que el propio Estado y sus funcionarios son los apuntados en una puja por el botín del presupuesto público.
Los “cuadernos” en cuestión no dejan títere con cabeza porque involucran a una variedad amplia de empresarios vinculados tanto con el gobierno kirchnerista como con el macrista. Con este informe, que continuó bajo el gobierno de los Fernández, se busca restarle merito a las causas judiciales de los cuadernos. Esto significa que empresarios como Calcaterra y Roggio han sido blanqueados por el propio gobierno kirchnerista. No solo eso. El gasoducto de Vaca Muerta fue construido por varias de las empresas involucradas en los cuadernos, incluyendo uno de sus principales “arrepentidos”, Carlos Wagner, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción y la propia Techint.
A pesar de su arremetida contra la “casta” este informe absolutorio no le ha merecido ningún comentario a Milei, aunque sus proyectos de privatización de la obra pública podrían golpear a buena parte de la burguesía apuntada en los Cuadernos.
