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Una semana después de la gran huelga que tuvo como protagonistas a los docentes bonaerenses, continúa la persecución a quienes deciden plegarse a medidas de lucha por parte de la DGCYE y la burocracia sindical.
En Pilar, en un nuevo episodio de estos aprietes, la última decisión unilateral por parte de la Inspectora Jefa Distrital Mirta Galván, una gran aliada al intendente Federico Achaval, fue enviar la orden a los directores de escuelas primarias de que todos los docentes de nivel primario que hayan presentado el recurso de revocatoria ante la imposición del artículo 125.7 (que corresponde a falta injustificada en lugar del artículo 995 que indica paro) se presenten de manera individual a la sede inspectores para "dialogar" personalmente con ella y hacer entrega del recurso, algo que no corresponde ya que estos reclamos administrativos se hacen por vía jerárquica. Por otro lado, la burocracia sindical pilarense, comandada por Liliana Montie de SUTEBA Celeste, otra aliada al gobierno, se encargó personalmente de comunicarse con varias directoras para aclarar que ellos no harán nada en defensa de las maestras de grado y además avalan los aprietes.
No es casualidad que el amedrentamiento vaya directamente a maestras de Educación Primaria, ya que históricamente son quienes paran masivamente y atraen al resto de los niveles educativos, arrancando con la lucha cientos de reivindicaciones. Esto formaliza un claro ataque al derecho a huelga con la firme intención de resquebrajar el proceso de autoconvocatoria que se está desarrollando en Pilar.
En un contexto de megadevaluación de la moneda nacional acompañada por la destrucción de nuestros salarios y condiciones laborales, el gobierno y sus aliados pretenden aleccionar a quienes se organizan con descuentos masivos y sanciones.
Continuemos organizándonos contra estás ofensivas que buscan cercenar derechos, con la perspectiva de una huelga autoconvocada por tiempo indeterminado discutida en asambleas por escuela.