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Frente al avance del COVID-19, el gobierno de Manzur, siguiendo la política nacional, estableció la suspensión de clases y como herramienta sustitutiva la educación on-line.
Cada semana que pasa, va quedando demostrado que el intento de suplantar la actividad escolar presencial en las escuelas por un sistema online va a culminar en un estrepitoso fracaso. Ahora han “descubierto” que no se pueden acreditar contenidos.
El ministro de educación Lichtmajer, emulando a su par nacional, Trotta, proclamó que el eje era “llevar la escuela a la casa”. Sin embargo, zonas enteras del interior provincial carecen de conectividad. En otros casos, las familias carecen de los recursos tecnológicos elementales.
En ese cuadro, la docencia está siendo sometida a todo tipo de presiones y hasta amenazas. A su vez, en el seno de las familias, se generan discusiones, conflictos y estrés alrededor de las “tareas virtuales”.
El nuevo escenario ha dejado expuestas las enormes desigualdades que recorren a toda la comunidad educativa. Por otro lado, el Gobierno aprovechó la cuarentena docente, y la imposibilidad de movilizarnos y luchar como lo veníamos haciendo hasta mediados de marzo para profundizar su ataque a nuestros derechos.
Así, impuso por decreto que la deuda salarial resultado de la actualización salarial del básico, acordada en paritaria del último trimestre el 2019, se va a pagar en 6 cuotas a partir de julio hasta diciembre. Será un pago devaluado por la alta inflación pronosticada en el año. A la vez, el gobierno amputó del básico ese aumento y lo sustituyó por un adicional no remunerativo y no bonificable. Mientras que el aumento de básico se refleja en el proporcional de la antigüedad, zona, escalafón, etc., esto no ocurre con los adicionales. De esta manera, Manzur cerró la paritaria docente 2020.
La mayoría de la docencia queda por debajo de la línea de pobreza. Mientras dicen que ningún docente va a cobrar menos de $31.700, un docente con 15 años de antigüedad no llega a ese monto.
El Movimiento de Autoconvocados, bajo la dirección de los representantes de los distintos departamentos elegidos en el Congreso de delegados realizado a principio de marzo, sigue en pie. A través de reuniones virtuales en este periodo se ha concentrado en desenmascarar la política del gobierno y de la burocracia del Frente Gremial Docente (Atep, Apem, Amet), que so pretexto de la pandemia, continua con su política de colaboración con el gobierno a pesar de todos los ataques que ha sufrido la docencia.
En su última reunión ha tomado decisiones muy importantes:
Se ha votado un protocolo que denuncia el sobre trabajo de las clases virtuales, por lo cual se va a impulsar una campaña por la jornada de 4hs., y que el gobierno garantice una plataforma donde cargar las tareas. Exigir el acondicionamiento de las escuelas. Realizar una encuesta para obtener una foto de la realidad del alcance de nuestros alumnos a la educación virtual en la provincia y constatar su ineficacia que profundiza la desigualdad. No al reparto de cuadernillos por parte de los docentes, para no exponernos a contagios (COVD19 y dengue) y denunciar que los mismos no garantizan educación alguna. Exigir que los todos los tramites ministeriales se realicen on-line. Exigir que se pague en tiempo y forma la actualización por cláusula de revisión firmada en acuerdo paritario 2019, incorporada al básico y la deuda que se acumula mensualmente. Prepararnos por medio de asambleas virtuales por departamento para tomar las medidas de acción Se impulsa un boletín para llevar el debate a los grupos de delegados de los diferentes departamentos como instrumento de clarificación y organización de la docencia por sus reivindicaciones.