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La pirotecnia verbal del presidente venezolano Nicolás Maduro, en relación al reclamo del territorio del Esequibo, han terminado en un revés político.
Con la mediación de Lula da Silva, el pasado jueves se realizó una mesa de “diálogo” entre los gobiernos de los dos países en conflicto. La reunión, realizada en las islas caribeñas de San Vicente y las Granadinas y con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y la Comunidad del Caribe (CARICOM) como anfitriones, dejó como resultado un acuerdo que establece que Venezuela y Guyana “directa o indirectamente no se amenazarán, ni utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia, incluidas las derivadas de cualquier controversia existente entre ambos Estados”.
La tregua tiene una duración de tres meses y quedó acordada la continuación de nuevas reuniones en Brasil, sin fecha definida. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, actuará como “observador”.
¿Qué saldo dejó esta reunión? En los once puntos del documento suscripto por Caracas y Georgetown se sostiene que ambos países “cooperarán para evitar incidentes sobre el terreno que conduzcan a tensiones” y, en caso de que se produzca un hecho de este tipo, “se comunicarán inmediatamente entre sí”, con la CARICOM, con la CELAC y con el presidente brasileño para “contenerlo, revertirlo y evitar que se repita”.
Estas palabras no ocultan el hecho de que el Comando Sur de Estados Unidos, que supervisa Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, ya se encuentra realizando operaciones de vuelo conjuntas con las Fuerzas de Defensa de Guyana. Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo al presidente de Guyana que podía contar con el apoyo de Washington “para la soberanía de Guyana y nuestra sólida cooperación económica y de seguridad”.
Maduro reclamaba que la disputa territorial, que se remonta a 1899, no se dirima en los tribunales internacionales. Los funcionarios guyaneses aseguraron que “la controversia está en la corte y a Guyana no la sacarán de allí”, agregando que “la corte va a tomar una decisión en dos o tres años, y eso no lo para nadie”.
La prensa guyanesa elogió a su presidente, Irfaan Alí, resaltando que había salido desafiante y triunfante de la reunión. Maduro calificó la reunión de "fructífera, intensa, por momentos tensa, pero donde pudimos hablar con la verdad”.
Para los analistas internacionales, la victoria que podría atribuirse a Maduro es la apertura de las negociaciones por el territorio. Poca cosa para un presidente que realizó un referéndum por la soberanía venezolana del territorio en disputa. El acuerdo, por caso, no contempla el tema petrolero, la cuestión más sensible de la disputa. Algunos analistas especulan con que “una vez que el petróleo guyanés ingrese en el mercado internacional, Venezuela tendrá dificultades en colocar su petróleo pesado que no puede competir con el dulce y liviano de la nación vecina” (Infobae 14/12). Lo cierto es que el gigante petrolero norteamericano Exxon Mobile y otras compañías seguirán explotando los recursos de la región. Lo mismo China, que tiene inversiones en los dos lados de la frontera.
Crisis interna
La maniobra para tapar el éxito de los comicios internos de la oposición venezolana ha tenido corto vuelo. Frente al pacto firmado, un sector de la oposición venezolana aprovechó para utilizar el reclamo del Esequibo contra el gobierno chavista. “Entregaron nuestro territorio”, aseguró en X (ex Twitter) un dirigente opositor. Por su parte, la principal dirigente opositora, María Corina Machado, volvió a la palestra con la apelación al Tribunal Superior de Justicia para que sea levantada la prohibición que pesa sobre ella para presentarse a elecciones presidenciales el próximo año. “La confirmación de su concurrencia al Supremo, dice el diario El País, la dio primero Estados Unidos, a través de la cuenta en la red social X de la embajada de ese país para Venezuela”. Desde esa cuenta se expresó que “aplaudimos a María Corina Machado y a los otros candidatos por su valentía y disposición para apelar sus inhabilitaciones. Ahora corresponde a los representantes de Nicolás Maduro demostrar su compromiso con unas elecciones competitivas e inclusivas”. Luego agregó que “continuaremos evaluando las sanciones basadas en avances significativos y tangibles, según el acuerdo de Barbados, para restaurar la democracia”.
En conferencia de prensa, Machado aseguró que “estamos en medio de una negociación nacional e internacional muy compleja y difícil”. Y agregó que “Maduro y su régimen no se va a poder salir de la ruta electoral. Van a tener que cumplir con sus acuerdos y con la voluntad de todos los venezolanos”, refiriéndose a los acuerdos de Barbados que Maduro suscribió con la oposición y por la que Estados Unidos levantó una serie de sanciones. Machado presentó su apelación, según dijo, para no darle “excusas” al gobierno. Finalmente sentenció que “la pelota está del lado de Maduro”.
La escalada de Venezuela contra Guyana Estados Unidos y Brasil se movilizan. Por El Be, 07/12/2023.