Paritaria de la Docencia Universitaria y la CONADU H: todos al paro el 26
Escribe Anahí Rodríguez
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En la paritaria nacional de la docencia universitaria, el gobierno ofreció sólo 6 % de aumento para febrero, que se suma al triste 10 % que firmaron todos los gremios universitarios con el gobierno anterior, antes del cambio de mandato. Además, en el caso de la docencia preuniversitaria, se eliminaría el FONID, que implica una suma de $16.000 por cargo. El 16 % de febrero, sumado a las cifras otorgadas en el 2023, alcanzan 160 % de aumento salarial anual, cuando la inflación del mismo periodo supera el 230 %. El presupuesto educativo sigue congelado mientras la inflación sube día a día – y según Milei esto es sólo el anticipo de los meses más duros, que serán entre marzo y abril-.
La conducción de CONADU H decidió integrar un “Frente de Sindicatos de Universidades Nacionales” con CONADU, FEDUN, CTERA, FAGTUD, FATUN y UDA. Emitieron una declaración cuestionando la quita del FoNID, el bajo ofrecimiento salarial por parte del gobierno y el congelamiento del presupuesto 2023, pero sin marcar ninguna perspectiva de lucha concreta contra las políticas de ajuste del gobierno. Lejos de crear un frente para organizar la pelea por el salario, viene en un proceso de adaptación a los aliados de la más tradicional burocracia sindical universitaria.
En el último plenario de secretarios generales, se votó hacer un paro el 26F en confluencia con CTERA. También se propuso organizar -aunque recién para abril- una marcha federal educativa. Nada de no inicio ni paros en marzo, muchos menos de convocar a una instancia de congreso. Si bien las universidades comienzan las clases en el mes de abril, las escuelas preuniversitarias arrancan las clases en las primeras semanas de marzo. Luego de un intenso debate, se terminó votando un paro de 24 horas para el mes de marzo, sin fecha, a coordinar con los otros sindicatos que integran el Frente de Sindicatos de Universidades Nacionales, y realizar un congreso con delegados el 15 de marzo. El paro de 24 horas, en manos de la burocracia, puede ser instrumentado para descomprimir presiones; desde el punto de los luchadores de la docencia, debe ser el anticipo o advertencia de la huelga general educativa.
Nuestra corriente intervendrá en el paro y movilización del 26F con un planteo independiente, por asambleas y autoconvocatorias en las universidades y escuelas para preparar la deliberación y que se organice la lucha.
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