Escribe Mariana López
Entrevista a Mónica Ciuffarella, hermana de Gabriela Ciuffarella, sobre la situación de la obra social de docentes y empleados de la provincia de Buenos Aires, y su lucha.
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Entrevistamos para Política Obrera a Mónica Ciuffarella, docente de arte en CABA, hermana de Gabriela Ciuffarella, compañera docente de Lomas de Zamora, a quien recordamos y por quien continuamos pidiendo justicia a dos años de su fallecimiento.
Mónica, contanos cuál es la enfermedad que padeció Gabriela y cuál la asistencia que debió brindarle IOMA y que no cumplió en su momento
Bueno, a Gabi, mi hermanita, en mayo de 2017 le diagnostican un mieloma múltiple. Es un cáncer de la médula ósea y a ella se le alojó en el hueso del brazo. Gabriela recibió perfectamente su primera sesión de quimio, hasta que bajaron sus defensas. Su médica, del hospital Santojanni, pidió a IOMA otro tipo de droga y es ahí donde empezó el problema. Lo pidió más de una vez y la obra social contestó con rechazo. Ni siquiera nos dejó en espera. Ioma envió un mail a su médica sin membrete, sin sello. Era un papel vacío diciendo que se rechazaba porque había otro tipo de medicamento similar, nos daban a entender que Gabriela no necesitaba otra cosa, o no tenía ese tipo de enfermedad. Lo negaban.
¿Y uds que hicieron en ese momento como familia?
Nosotros no teníamos un precedente de este tipo de situación. Por lo tanto, como familia, esperábamos la respuesta favorable. Cuando la doctora me adelantaba que era posible que Ioma no cubriera, yo le decía “no puede ser porque Gabi tiene una obra social a donde aportó durante 23 años”. La doctora me decía que se acortaban los tiempos. Entonces empezamos. Un grupo de amigos de Gabi fue a La Plata, otra amiga abogada envió una carta documento, no llegamos a hacer un amparo. Mientras tanto la salud de Gabi se deterioraba, su movilidad, el habla, la metástasis, y desde diciembre de 2017 hasta el 26 de febrero de 2018 fue una agonía hasta su fallecimiento, su asesinato, porque eso es lo que hicieron. La abandonaron en un hospital, con un suero, tranquilizantes, y sin ningún tratamiento.
Hubo una movilización importante acá en Lomas de Zamora…
En aquel momento me acerqué al Suteba Matanza pidiendo ayuda, porque era lo que más cerca me quedaba del hospital donde la estaba cuidando. Ahí se comunicaron con Suteba Lomas. Los compañeros de Gabi también estaban muy inquietos porque ella era conocida y muy querida en el barrio de Fiorito. Gabi era muy solidaria, donaba cosas, desde ropa hasta muebles. Todo esto derivó en la movilización y toma del IOMA. María José Camani, quien fue directora en esa etapa, una persona que no tenía idea del trabajo en Salud y que renunció después del abandono de Gabi, nos dijo que la camioneta que va por las regionales estaba rota, que el gobierno, el de Vidal, el macrismo, en ese momento, no estaba aportando y por lo tanto los papeles estaban guardados desde hacía más de un mes en Lomas de Zamora. Quiero aclarar que hasta el día de hoy el tema de las camionetas sigue siendo una de las causas por las que los papeles, autorizaciones de tratamientos urgentes no lleguen nunca o lleguen tarde. Esto continúa pasando.
A partir del fallecimiento de Gabriela, por el abandono del IOMA se conforma una comisión, que viene funcionando hace un tiempo. Contanos cómo se dio este proceso de organización, qué es lo que plantea y qué actividades lleva a cabo esta comisión.
Desesperadamente pedí ayuda a mi amiga y compañera, Victoria Taso, ella ayudó mucho antes de que Gabi falleciera. Después de su fallecimiento yo no me pude quedar tranquila y por lo tanto empezamos a movernos con dos compañeros más y mi cuñada, buscando justicia y para que no ocurriera más otro caso como el de Gabi. Un abogado de DDHH se hizo cargo de esta denuncia y hoy ya está judicializado el caso. Así comenzamos con estos compañeros moviéndonos para que todo el mundo pudiera entender lo que pasó, poniéndose en nuestro lugar, en el lugar de los que estuvieron y están enfermos. Al año logramos formar una comisión que se llamó “IOMA abandonó a Gabi” donde ya participan compañeros docentes, familiares y afiliados municipales, judiciales. Buscamos que no le pase a nadie más lo que le pasó a Gabi. La verdad es que pensamos que esto no iba a volver a suceder y hasta el día de hoy tenemos 24 fallecidos por la misma causa, el abandono de la obra social. La comisión luego se fortalece porque comienzan a sumarse compañeros de zona oeste, zona norte, por la desesperación, porque ya no es Gabi solamente, sino que es el compañero cercano el que está en peligro o abandonado, es la madre de alguien. Cuesta mucho porque somos una comisión y el IOMA es un aparato gigante, una gran mafia política, porque cambió el gobierno, pero la desidia continúa, continúa el vaciamiento y las políticas que dejan librados a su suerte a los y las trabajadoras.
¿Cuáles son las actividades que realiza esta comisión a diario?
Nosotros tomamos las denuncias. Hicimos grupos por redes sociales y la gente acude por desesperación (como me pasó a mí en un momento, que llegué a pedir una silla de ruedas para mi hermana por Facebook porque IOMA no me la daba y Gabi ya no podía caminar). La modalidad en nuestras actividades de reclamo la hemos aprendido de nuestros compañeros de Lomas de Zamora: es ir al lugar, a la regional y exigir la medicación, el tratamiento, o lo que sea. Yo, por mi parte voy y me quedo hasta que me dan el okey, y aviso que no me voy a ir. Así se consiguieron muchas cosas en Lomas para compañeros auxiliares, niños discapacitados, y es lo que yo milito en otras zonas. Afortunadamente los compañeros en Lomas de Zamora y en otros distritos están tomando el tema y se están agrupando para ir a reclamar.
Como comisión se denuncia el vaciamiento, la falta de cobertura en casos que son urgentes. ¿Qué medidas a nivel provincial deberían tomar las autoridades de IOMA?
Después de una investigación que realizamos de lo que pasa con el IOMA, porque no solo vamos a buscar medicación… Este es un trabajo que debería hacerlo la dirección que está al frente, el personal que fue designado para este fin, pero es un equipo que al parecer está mudo, ciego y sordo. Sabemos que IOMA es una obra social millonaria tiene casi 3 millones de afiliados entre los distintos gremios como docentes, policía, voluntarios etc. y entran alrededor de 60 mil millones de pesos anuales. Hay una suma familiar que la destina el gobierno. El dinero del IOMA va para otros lugares y no para la cobertura de sus afiliados, es por eso que quedan desamparados y mueren, es decir, que los asesinan al quitarles sus derechos. Es una obra social obligatoria, por eso no es posible desafiliarse. Es una manera de no perder afiliados a pesar del mal funcionamiento. En un momento, Vidal sacó un comunicado festejando el superávit de 1.500 millones. Eso demuestra que el “ahorro” ha sido a costa de los enfermos. No puede existir superávit cuando hay muertos en el medio y mucho menos si hablamos de una obra social.
Gabriela estaba afiliada al Suteba de Lomas de Zamora. ¿Cuál fue el acompañamiento desde el sindicato?
En aquel momento, se tomó el edificio de IOMA de Lomas de Zamora y el sindicato estuvo presente. Luego, en otros casos posteriores, tengo entendido, porque ya no soy docente de Lomas, han apelado a la solidaridad de los compañeros tratando de conseguir donaciones mientras esperan la aceleración de la aprobación de tratamientos o medicación. Pero es un sindicato, con su Secretaría de Salud, y su tarea es exigir el buen funcionamiento de la obra social. Nosotros como comisión denunciamos la desidia, exigimos la entrega de tratamientos, buscamos solidaridad para que la gente comparta un flyer y se visibilicen los casos… El sindicato, repito, debe exigir el buen funcionamiento en general, organizar al colectivo de trabajadores e ir a fondo para que sean los propios trabajadores los que tengan el control de la obra social.
Hoy Gabriela no está, pasaron dos años, pero los docentes y familiares continuamos reclamando justicia y que se detengan las muertes que vos comentaste antes. ¿Creés que hay una solución?
La solución, si quieren, está. Hoy lamentablemente 25 son las denuncias, pero sabemos que hay más casos. Personas que se están deteriorando porque no les están entregando el tratamiento que corresponde. Esta nueva gestión que llegó de la mano de. Axel Kicillof en la provincia, no se está haciendo cargo como corresponde, nosotros en la comisión seguimos denunciando la desidia. En marzo de este año después de tanto pedir por todos lados, una niña de 11 años JULIANA GARCIA BALMORI de Miramar, Costa Atlántica de la Provincia de Buenos Aires, murió por el abandono del IOMA. Padecía leucemia y, como ocurrió con Gabi, IOMA no le autorizó absolutamente nada. Fue gravísimo. Pero tenemos que seguir porque hay muchos otros casos más, como en Lomas de Zamora que siguen cajoneando o haciendo mal los trámites, muchos son pacientes oncológicos y necesitan urgencia en su atención. Sabemos que hay competencia política y que en el medio queda atrapado el paciente, todo un círculo que esperamos que en algún momento cambie. Ahora con el Covid 19 cuando dicen “quedate en casa” los enfermos crónicos siguen yendo al IOMA como si nada, no hay una solución expeditiva… Como te decía, sigue funcionando mal. La vez pasada me enojé porque siguen echando culpas a la camioneta de recorrido como causa de retraso. La misma excusa con la que dejaron morir a mi hermana El descuento que se debita mes a mes del salario ¡se siente!, y ni te cuento al afiliado voluntario. Son medicamentos caros, todos vienen de afuera pero como dije es una obra social millonaria. El problema acá es que los fondos se destinan al FMI, a los bonistas. Como dejó en claro el Gobernador Kicillof, cuando dijo haberse encontrado con una provincia vacía, pero les terminó pagando, prácticamente a un par de días de haber asumido, unos cuantos millones a los bonistas y ese dinero se debería haber invertido en salud. Imaginate ahora con el covid 19 cómo se hubiese aprovechado. No se invierte en educación pública, porque seguimos teniendo escuelas bomba, desamparadas y trabajadores muertos como Sandra y Rubén. Ni hablar de los pobres jubilados. No se invierte en salud, y nosotros los y las docentes lo sabemos cada vez que vamos a un médico o compramos un medicamento y cada vez la obra social nos cubre menos. El dinero sale del bolsillo del afiliado a pesar de haber aportado ya durante años.