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El plan motosierra implementado por el gobierno nacional sobre todas las áreas del Estado está aplicándose con rigor en el CONICET y todos los organismos de Ciencia y Tecnología: el brutal desfinanciamiento, los despidos arbitrarios, la reducción de las becas doctorales, la postergación de los ingresos a planta (CIC) y la licuación salarial ponen en peligro el funcionamiento del sistema científico tecnológico. En las últimas semanas se efectivizó el recorte en más del 50% de las becas doctorales, que constituyen la base sobre la cual se desarrolla una posterior carrera de investigador, y en los primeros días de abril se produjo una nueva tanda de despidos de personal administrativo y personal de apoyo, que según ATE ya suman 140 en todo el país.
Se agregan a los miles de despidos en el Estado a nivel nacional. El gobierno ni siquiera tiene que indemnizarlos, le basta con no renovar los contratos a término. La precarización laboral, impuesta de hecho en todas las dependencias estatales desde hace décadas con la complicidad de las burocracias sindicales, ha facilitado este desenlace. Los despidos no han seguido ningún criterio, sino que se han llevado por delante trabajadores formados y competentes, con muchos años de antigüedad y que cumplen funciones esenciales, sin importar si se encontraban con licencias por embarazo, enfermedad o si ingresaron por cupos de discapacidad.
El ataque a los trabajadores y trabajadoras del Estado es una política de disciplinamiento contra la clase trabajadora. La incidencia monetaria de prescindir de los salarios (de pobreza) del 30% de los empleados públicos no garantiza la recaudación para responder al FMI. Se trata de un botón de muestra de una mayor ofensiva contra los derechos de la clase trabajadora: la reforma laboral que pretenden aplicar tanto en el sector público como privado.
En CONICET, la posición de todos los miembros del Directorio (excepto su presidente, Salamone), incluidos los representantes del Agro y la Industria, así como las autoridades de los diversos CCT e institutos del país, fue de rechazar el recorte y los despidos. No obstante, no han hecho nada para impedirlos. Andrés Rodríguez de UPCN (CGT) ha rechazado públicamente la convocatoria al paro. Por su parte, las conducciones de ATE representan un factor de desorganización y desmoralización. Envueltas en peleas faccionales, han impulsado medidas sectoriales, mientras se engrosan las listas de despedidos. No obstante, en varias dependencias del Estado se votó hacer una entrada colectiva como protesta contra los despidos y en el ex ministerio de Trabajo y el INADI se logró hacer frente al operativo policial y garantizar la medida con ingresos masivos. ATE nacional, además, ha convocado a parar este viernes 5/4 y a movilizar a Economía.
En este contexto, es urgente combatir al derrotismo, organizarnos en asambleas como trabajadores estatales en general y de la CyT en particular, y construir un plan de lucha con medidas de acción directa, ocupación de los lugares de trabajo, paros y movilizaciones, en coordinación con todos los sectores dispuestos a enfrentar los ataques de Milei, en defensa de los puestos de trabajo y los salarios. Paremos y movilicemos masivamente este viernes como puntapié inicial.
¡No al vaciamiento del sistema científico y al desguace del Estado! ¡Por la renuncia de Daniel Salamone y de Nicolás Posse! ¡Por la reincorporación inmediata de todos los despedidos y la adjudicación de todas las becas, promociones e ingresos! ¡Por la unidad de todos los trabajadores!
CONICET: peligran más de la mitad de las becas doctorales El directorio se desliga de su responsabilidad con la complicidad de ATE. Por Agustina Martelli, 26/02/2024.