Escribe Agustina Martelli
El directorio se desliga de su responsabilidad con la complicidad de ATE.
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El pasado miércoles 21 el directorio reanudó la reunión que había pasado a cuarto intermedio la semana anterior, cuando la ocupación del 11° piso del CONICET tuvo como resultado que las autoridades se comprometieran a dar los resultados de la convocatoria 2023 de becas doctorales y de finalización antes del fin de mes. El comunicado posterior confirmaba que se otorgarían las 300 becas de finalización con fecha de alta en abril, pero solo 600 de las 1.300 becas doctorales y con fecha de alta en agosto en lugar de abril. La reunión había pasado a cuarto intermedio para que el presidente del CONICET, Daniel Salamone, buscara el financiamiento para asegurar el comienzo de las otras 700 becas faltantes.
ATE había convocado a asamblea ese mismo miércoles, a partir de las 14. Aunque las reuniones de directorio suelen durar todo el día, en esta ocasión la sesión había terminado antes de la asamblea y se limitó a ratificar el comunicado de la semana anterior: una estrategia para no dar la cara mientras suscriben el ajuste. El edificio, además, estaba rodeado por la policía federal. Sin novedades sobre las becas faltantes, los despidos, las altas a CIC pendientes desde 2022, la licuación salarial y la falta de presupuesto general del organismo. De confirmarse el recorte de más del 50% de las becas de la convocatoria 2023, sería el ajuste más grande en la historia de la institución. Algo similar sucede con el presupuesto: la prórroga de los valores de 2023, en flagrante violación de la Ley 27614 de financiamiento de la ciencia, está provocando la parálisis de varias áreas que no pueden continuar sin dinero para comprar los insumos, muchos de ellos dolarizados, o para enfrentar los tarifazos en luz y servicios. Los miembros del directorio, la mayoría de los cuales fueron nombrados en la gestión anterior, proponen esperar mientras mandatan al presidente a buscar más financiamiento, a pesar de que todos los organismos dependientes del Estado se encuentran en estado crítico por la política de desguace que impulsa el gobierno. Esa senda dialoguista, suscripta por la conducción de ATE en los diversos conflictos en los que interviene, es liquidacionista.
En la asamblea que se desarrolló en el Polo Científico se señaló la necesidad de un plan de lucha para enfrentar este ataque brutal contra la ciencia. Varias intervenciones reivindicaron la medida de fuerza tomada el miércoles anterior, que sirvió para poner la situación del CONICET en el ojo de los medios y modificar la situación previa. Hubo acuerdo en pronunciarse a favor y adherir al paro de ATE Nación y CTERA para el lunes 26 y movilizar el mismo día. Varios sectores se pronunciaron a favor de concentrar, también el miércoles 28, en la explanada del Polo, para seguir presionando al directorio en la nueva reunión que tendrá lugar ese día. Otras intervenciones sumaron la necesidad de promover asambleas por lugar de trabajo. La conducción de ATE presentó estas mociones como contrapuestas, aunque lo del lunes no estaba confirmado (finalmente ATE Capital, inexplicablemente, no adhiere al paro nacional) y las asambleas por lugar de trabajo ya están teniendo lugar allí en donde es posible. Finalmente, se logró que se votaran afirmativamente todas estas medidas, así como la propuesta de reunir apoyos internacionales y de llevar el reclamo del sector a las asambleas barriales y festivales que se están organizando en defensa de la ciencia y la educación públicas. El miércoles 28, a las 11 hs., en el Polo Científico (Godoy Cruz 2320) la lucha continúa contra el vaciamiento en ciencia y técnica, por todas las becas y reclamos pendientes.
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