Campana: la mayor movilización estudiantil en años

Escribe Agustina Navarro

A los centros peronistas no les gusta la asamblea popular.

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Tres mil estudiantes, docentes, no docentes y trabajadores de diferentes sectores se hicieron presentes en la marcha universitaria que se replicó en Campana este 23 de abril pasado, haciendo de ésta la movilización estudiantil más grande que la ciudad haya visto en años. Se movilizaron desde los distintos institutos y universidades de la ciudad desde la puerta de la UTN hasta el Parque Urbano para luego continuar hasta la plaza “Eduardo Costa”, la principal de la ciudad, dónde se realizó un acto a micrófono abierto.

Política Obrera se hizo presente denunciando los tarifazos del transporte y el criminal ajuste a la educación que apuntan a alejar a la clase obrera de las universidades. Además, invitamos a toda la comunidad educativa y a los trabajadores de la ciudad de Campana a realizar una gran Asamblea Interestudiantil e interuniversitaria que enfrente el ajuste hacia una huelga general. Participaron de esta marcha los centros de estudiantes de la UTN, la UNLU, el IFDyT NRO 15, el IFD NRO 116 y la escuela de arte, además de docentes, no docentes, estudiantes, trabajadores y las burocracias sindicales de UOM, CGT, CTA, entre otras. Estas últimas sostuvieron el discurso de “enfrentar al león” en las urnas y con los “métodos democráticos”, desentendiendose completamente del rol que jugaron en el avance del liberalismo.

En la previa al 23, se realizaron una serie de asambleas interuniversitarias en las que se resolvió por mayoría realizar luego de la marcha un acto a micrófono abierto, seguido de una gran asamblea abierta y resolutiva que continúe con la organización conjunta de estudiantes y trabajadores. Esto, finalmente, no sólo no pasó sino que el peronismo -en complicidad con los centros de estudiantes que tiene en la ciudad-, armaron una organización paralela a las asambleas llamada “Movimiento estudiantil”, donde decidieron autoritariamente que la posible cantidad de personas asistentes sobrepasaba los límites para armar una asamblea.

En nuestra intervención denunciamos este atropello que convirtió una asamblea popular en un acto en que armaron una lista de oradores con anterioridad al 23 y se les daba prioridad de intervención a los centros de estudiantes afines y a las burocracias sindicales de la CGT y la CTA –cómplices del vaciamiento educativo en los últimos 4 años-. Estas jugadas burocráticas buscan proteger el aparato, pasando por encima a las decisiones tomadas democráticamente en espacios asamblearias, desvirtuando así la movilización popular.

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