Paritarias: Kicillof y Baradel pactan motosierra contra salario docente

A la velocidad de la luz el gobierno provincial y los sindicatos del FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense) cerraron un nuevo y miserable “aumento” del 7,5%, a cobrarse en junio. De movida, es una pérdida salarial: en abril, la inflación fue del 8,8%.

Bien mirado no se trató de una paritaria, sino de un decretazo acordado de espaldas a la docencia, que no tuvo forma de conocer u opinar sobre la “oferta” realizada Kicillof sino una vez consumado el acuerdo. Baradel y compañía no se tomaron el trabajo de convocar a reuniones de delegados o a asambleas ni siquiera para disimular. La “negociación” demoró 10 horas, un verdadero trámite exprés. Estaba todo cocinado de antemano.

Las grillas salariales con el aumento aún no se conocen. Lo que es seguro es que el porcentaje acordado se aplicará sobre el sueldo cobrado en diciembre. Actualmente el salario mínimo para el profesor de secundaria con un cargo (10 módulos) es de $173.000 y para la maestra de grado que recién se inicia es de $190.000. Con una extensa cantidad de sumas en negro, los salarios de bolsillo rondan los $400.000, mientras la canasta familiar se ubica por encima del millón de pesos. El salario de maestras y profesores vienen retrocediendo desde hace nueve años de forma ininterrumpida. Axel Kicillof habla para la tribuna contra el “ajuste de Milei”, mientras tiene a los docentes cobrando estos salarios de hambre.

En un comunicado del Frente de Unidad Docente Bonaerense (16/5) se señala que valoran (sic) “el esfuerzo del gobierno de la Provincia de Buenos Aires en un contexto extremadamente difícil”. La situación no es “difícil” para el gobierno provincial, sino para la docencia, que debe rebuscárselas para llegar a fin de mes superexplotándose dejando su salud psíquica y física en las aulas. En el texto citado, los burócratas asumen que “la gestión provincial está haciendo todo lo posible para que la pérdida del salario frente a la inflación no sea mayor” (ídem). Es decir, admiten que el salario está perdiendo frente a la inflación.

El ajuste de Kicillof se manifiesta también en la situación catastrófica de los edificios escolares, en la falta de calefacción en las aulas, en el vaciamiento de la obra social (IOMA), en la falta de nombramientos para cubrir cargos faltantes.

La docencia bonaerense tiene el desafió de construir un movimiento independiente del gobierno provincial y de la dirigencia gremial actual, que ha acompañado la destrucción del salario docente y la educación pública. El horizonte es la preparación de una huelga indefinida para obtener los reclamos históricos de los trabajadores de la educación.

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