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El anuncio de 1.000 despidos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) por parte de su presidente Daniel Afione, ha abierto una gran deliberación entre sus trabajadores y ha desenvuelto en el parque un proceso de autoconvocatoria y movilización. Este ataque ha sido reafirmado al comunicar a los subgerentes regionales de la entidad que la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo decidió “proceder al cierre de todas las sedes provinciales que no tengan laboratorio”.
El ejecutivo se valió de la vigencia del DNU y no ha esperado a la sanción de la nueva Ley Bases que lo faculta a disponer de “la modificación o eliminación de las competencias, funciones o responsabilidades dispuestas legalmente cuyo mantenimiento resulte innecesario”, o …“la modificación o eliminación de las competencias, funciones o responsabilidades dispuestas legalmente, cuyo mantenimiento resulte innecesario; y la reorganización, modificación o transformación de su estructura jurídica, centralización, fusión, escisión, disolución total o parcial, o transferencia a las provincias o a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” (el Destape 2/5).
Además, las autoridades del INTI (que no ha sido excluido de las excepciones de privatización o disolución), tienen en carpeta los contratos temporarios que se renovaron el 31 de diciembre hasta el 30 de junio. Por otra parte, “las inversiones para proyectos están paralizadas, porque no hay recursos para equipamiento y ni siquiera para los proyectos que habían sido aprobados” (idem).
La presentación de la nueva estructura del Instituto se da como un hecho consumado. El gobierno pretende crear un clima de desmoralización entre sus trabajadores, abriendo una lista de “retiros voluntarios”. El marco de la actual recesión industrial, por supuesto, hace inviable una perspectiva de reinserción laboral o mejora profesional.
Derrumbe de la industria
El organismo cumple con la imprescindible función de controlar la calidad y seguridad de la producción industrial. Además, realiza, reproduce y mantiene los patrones nacionales de medida, que contribuye a asegurar la calidad en las mediciones relacionadas con el cuidado del ambiente, la salud, los alimentos, la seguridad pública, la equidad en el comercio y la calidad de la producción industrial, por lo que el golpe que implica el cierre de varias sedes del interior con el despido de sus trabajadores, forma parte de la adecuación que necesita el gobierno de Milei, para “delegar la rigurosidad de los controles de calidad” en mano de las propias patronales por un lado, y a la caída del proceso productivo, el consumo y el cierre de fábricas, por el otro.
Los gremios
En cuanto a los sindicatos, UPCN ha lanzado una propuesta coincidente con Milei de impulsar los retiros voluntarios que el gobierno ha aceptado. Por su parte, la Junta Interna de ATE INTI -que ha recibido críticas de todo tipo por su accionar desmovilizador- realiza movidas internas y radios abiertas sin ningún horizonte. En medio del anuncio de despidos masivos, ATE ha convocado a elecciones de Junta Interna para el 30 de junio, con el único fin de establecer una cobertura gremial a los adherentes de la Verde.
Por una salida de lucha y antiburocrática
La magnitud de este ataque histórico viene de la mano del DNU 70/2023, la Ley Bases y la Reforma laboral. Por lo que a los trabajadores del INTI se les plantea la necesidad de poner en pie un Comité de Lucha contra los despidos, que prepare y vote el paro y la ocupación. La reacción autovonvocada que se ha producido recientemente demuestra que existen reservas de lucha y la posibilidad de derrotar los despidos. Es imprescindible la unidad del conjunto de los luchadores antiburocráticos en la acción y también en las elecciones que ya han sido convocadas por que habrá que establecer un frente único contra la Verde.
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