Escribe Silvia Allocati
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El ataque a los trabajadores estatales se propaga, al compás de la motosierra mileista, como una mancha de aceite en las provincias.
Las provincias de Catamarca y Tucumán (gobernadas por los peronista Raúl Jalil y Osvaldo Jaldo); Rio Negro y la Ciudad de Buenos Aires iniciaron procesos de retiros voluntarios para trabajadores de planta permanente del estado provincial. Es la antesala de una nueva ola de despidos.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri abrió por decreto la posibilidad de adherir al retiro voluntario para “trabajadores/as de la planta permanente de la Carrera de la Administración Pública”. (Ámbito Financiero, 30/7). El macabro convite está destinado a trabajadores mayores de 50 años, con un mínimo de 5 años de antigüedad de los cuales, al menos 1 año, deberá haber sido en calidad de personal encuadrado en planta permanente conforme a la Ley 471. Quedarían excluidos trabajadores con edad de jubilarse y los de áreas consideradas críticas. El gobierno ofrecerá un incentivo económico para aquellos que deseen retirarse, contemplándose montos máximos, aún desconocidos. Quedan excluidos, asimismo, los trabajadores de planta comprendidos en áreas críticas y aquellos que estén en edad jubilatoria y reúnan los requisitos para jubilarse.
En la provincia de Rio Negro, el gobernador Alberto Weretilneck abrió la inscripción al régimen de retiros voluntarios contemplados en la Ley de Desvinculación Voluntaria (una iniciativa del gobernador y aprobada, en mayo de 2024, por la legislatura provincial con 40 votos a favor y 5 en contra). Además del incentivo económico, la invitación implica la posibilidad de continuar utilizando la obra social por el plazo de un año luego de la desvinculación, y exenciones impositivas para quienes decidan (re)invertir en actividades económicas en suelo provincial. Para "incentivar" a los potenciales futuros "emprendedores", la provincia ofrece sumas equivalentes a 1,2 sueldos por cada año de antigüedad en el puesto de trabajo. Quedan fuera del eventual retiro personal de las fuerzas represivas, penitenciarios, y docentes. Tampoco podrán adherir personal con edad para jubilarse o que le falten hasta 5 años para hacerlo.
En Tucumán, gobernada por Osvaldo Jaldo de Unión por la Patria, se puso en marcha, desde hace 2 meses, un plan de retiros aprobado por la legislatura provincial. La particularidad tucumana consiste en que quienes se inscriban al retiro cobrarán, mes a mes, durante los 4 años posteriores al arreglo, el 70 % de sus salarios, que se actualizará con el 70 % de los futuros aumentos de sueldo. Según declaró el secretario de Gestión Pública de Tucumán, Julio Saguir, a Ámbito Financiero (30/7), "se conversó con los dirigentes gremiales y una vez aceptado fuimos para adelante." Según dicho medio, ya se habrían inscripto 270 trabajadores, en su mayoría profesionales. La patronal provincial se reserva la posibilidad de aceptar o denegar la solicitud. Quedan excluidos personal de las fuerzas represivas, docentes y auxiliares, y personal de planta no permanente en cualquiera de sus situaciones de revista.
El peronista Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, también armó su propio esquema para pasar a retiro a trabajadores estatales. Podrán inscribirse trabajadores mayores de 50 años y que revisten en planta permanente. Los adherentes, percibirían una mensualidad de entre el 50 y el 80 % del sueldo en bruto, en función de los años faltantes para llegar a la edad jubilatoria.
Los retiros voluntarios son la antesala de una nueva oleada de despidos. “No hay plata”, salvo para financiar la reducción del plantel de trabajadores. Es una zanahoria, en el marco de una recesión brutal y una caída vertiginosa del empleo. Los trabajadores debemos encender la luz de alerta y prepararnos, mediante el reforzamiento de la organización en los lugares de trabajo, para enfrentar este desafío.