El escenario electoral en Salta

Escribe Violeta Gil

Tiempo de lectura: 3 minutos

La situación política provincial está dominada por el cronograma de las elecciones nacionales y la crisis por arriba del régimen político. La burguesía debate los términos del desguace del Estado.

En este escenario, Milei negó cualquier negociación en el armado de las listas y presenta una propia. Un viejo conocido, Alfredo Olmedo, encabeza el armado de los liberticidas, otro advenedizo de las "ideas de la libertad", que antes fue socio de Romero, Urtubey y Sáenz, con quienes compartió campañas y listas. También estuvo, a su turno, con Macri y Massa. Olmedo es representante de los intereses sojeros más parasitarios del Estado.

El ex gobernador Juan Manuel Urtubey se anotó como candidato al Senado en un autoproclamado frente de ´unidad del peronismo y los sectores populares´. Urtubey representa a la oligarquía agraria terrateniente de la provincia y a los capitales extranjeros. Como gobernador, fue promotor de los negocios inmobiliarios y turísticos, que en el último año se hundieron. Urtubey retoma el eje del ´federalismo´ para armar una polarización entre "los representantes de Salta" y los de Milei. Urtubey representa solamente a una parte de la provincia -la de los capitales concentrados- en desmedro de la inmensa mayoría del pueblo trabajador empobrecido. Cuando terminó su mandato, dejó una deuda de más de 600 millones de dólares por el Fondo de Reparación Histórica y el Plan del Bicentenario, destinado a obras de infraestructura que nunca se realizaron.

Pero la unidad del peronismo parece difícil de conseguir. El PJ sigue intervenido por la cúpula nacional. Está dividido en tres fracciones: el oficialismo, el PdV y las fracciones kirchneristas; la fracción saencista y, ahora, un bloque vinculado a Urtubey.

El kirchnerismo postula al actual senador Sergio Leavy. Éste pide explícitamente la intervención de Sáenz como árbitro del proceso electoral, mientras Urtubey busca su tutela, elogiando que se dedique a gobernar y negociar con Nación. A una semana de la inscripción de alianzas y a veinte de la presentación de listas, Sáenz no presentó candidatos propios, con el riesgo de perder una banca en Diputados.

Sáenz es uno de los mayores colaboradores de la agenda de Milei y pugna en cada oportunidad, por ser su intermediario en la provincia. Todos los bloques acuerdan con la reforma laboral, jubilatoria e impositiva que reclama el gran capital y las patronales. Como parte de su agenda inmediata el salteño lleva la provincia a un nuevo endeudamiento para la construcción de rutas y obras de infraestructura que reclama el capital minero y agroexportador, eliminó ingresos brutos a estos sectores y a la industria, el ajuste en las arcas del Estado se manifiesta en la confiscación del salario de los estatales y el vaciamiento de la salud y la educación pública. La magnitud de la crisis y el impasse del plan económico de Milei-Caputo, abrieron una crisis por arriba con los gobernadores a pugnar por sus propios intereses.

En Salta, el empobrecimiento de las masas y el crecimiento de la carestía entre las familias obreras, no cesa. Datos oficiales confirman la pérdida de más de 5 mil puestos de trabajo formales en un año, particularmente en el rubro de la construcción. En el caso del trabajo no registrado la cifra duplica, en un año se perdieron más de 10 mil puestos de trabajo. Los asalariados están subocupados, con un promedio de dos y hasta tres trabajos, los salarios básicos rondan los 500 mil pesos, lo que representa un cuarto de la canasta familiar. Con estos ingresos el acceso a la vivienda es inviable para una familia de trabajadores y los alquileres consumen el 80% de los ingresos de una familia promedio.

Otro elemento de degradación social es el colapso del sistema sanitario. Faltan insumos, profesionales, los hospitales son insuficientes ante el crecimiento de la demanda por el encarecimiento del costo de las prepagas y las obras sociales privadas. Empieza a recomponerse una tendencia de lucha entre la docencia, con docentes cesanteados muy combativos, en una campaña por su reincorporación, pero más en general, ante este nuevo cuadro, por el agravamiento de la crisis, por la situación del salario.

El FITU, que fue dividido en las elecciones provinciales, tres meses atrás, con chicanas y agravios personales entre sus dirigentes, probablemente irá unido porque hay menos candidatos para repartir y pocas posibilidades de consagrarlos. Quizá ahora reproduzca la actuación en las elecciones de provincia de Buenos Aires, y presenten una lista común.

Los compañeros de Política Obrera intervendremos en estas elecciones en un nuevo escenario de agitación política.

Revista EDM