Filo-UBA: recorte horario y vaciamiento

Escriben Pablo Flores y Nicolás Morel

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La eliminación de 12 horas semanales de cursada -ejecutada por la gestión de los kirchneristas Manetti-Morgade y apoyada por la conducción del CEFyL- provocó un brote de indignación entre los estudiantes en la inscripción a materias del segundo cuatrimestre. Ocurre que el formato de cursada resulta claramente incompatible con la jornada laboral. Por caso, las cursadas de los teóricos están programadas, mayormente, a las 16, con una escasez de oferta tanto de teóricos como prácticos en horario vespertino. La grilla provisoria que se dio a conocer esta semana patentiza su carácter expulsivo y antiobrero.

Estudiantes autoconvocados difundieron una carta abierta exigiendo una ampliación de la oferta horaria. El recorte en Filo es de larga data. Significa menos horarios, menos estudiantes y menos docentes. En nombre de una supuesta "adecuación de la oferta horaria a las necesidades estudiantiles y docentes", han recortado el horario de cursada durante el año pasado.

La limitación de la oferta horaria está atada a la orientación política de las camarillas universitarias que dirigen la Facultad. El decano Manetti, que se presenta como un "defensor de la educación pública", en la práctica ha operado a favor de las contrarreformas en materia de contenido y modalidad de cursada que, de conjunto, convierten a la facultad en un cascarón vacío. El bajo nivel de matriculación en las carreras y el alto índice de deserción son una expresión concreta de esta orientación. El costo de vida creciente, especialmente en materia de viáticos, la ausencia de becas y de un boleto universitario, las jornadas laborales interminables y los bajos salarios, “complementan” una orientación privatizadora. Si no crece el presupuesto, que se adapten a la baja la matrícula y el plantel docente pareciera ser el planteo. Lo único que crece, mientras tanto, es el negocio de los postgrados pagos.

La lucha por el acceso irrestricto a una educación verdaderamente puesta al servicio de las necesidades populares impone derrotar la orientación privatista del gobierno nacional, así como también a las camarillas vaciadoras que administran nuestras carreras.

Retomemos las autoconvocatorias y asambleas estudiantiles. Por el acceso irrestricto a la universidad, la recomposición del salario docente y la democratización real de los organismos de cogobierno. Por una segunda marcha federal educativa.

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