La lucha de Constanza Taricco en defensa de sus hijos, una causa popular

Escribe Alejandra del Castillo

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Constanza Tarrico es una joven madre cordobesa de 33 años que lucha por permanecer con sus hijos. El padre de éstos -en realidad, la hija mayor no es hija biológica- con quien no tienen contacto desde hace dos años, inició una acción judicial de restitución internacional para que vivan con él en Alemania, aunque este país no es su lugar de residencia habitual (en los últimos años vivió en Bolivia y Argentina). La causa recayó en la jueza de Villa Dolores, Sandra Cúneo. Constanza y sus hijos viven en la localidad de Nono.

La magistrada, sin tener en cuenta la separación de los niños de su madre, el desarraigo y la propia opinión de éstos, resolvió que debían ser entregados al padre. Tampoco consideró las situaciones de violencia de género que denunció Constanza cuando eran pareja y el hecho de que haya brindado información falsa sobre su lugar de residencia. El argumento principal de Cúneo es que los niños deben residir con el padre en Europa porque éste tiene su trabajo ahí y es el principal sustento económico de la familia (percibe un haber mensual de 7.000 euros por su trabajo en una empresa automotriz).

Frente a la decisión judicial, Constanza no se presentó a la audiencia en la que debía entregar a los niños y se resguardó en un refugio. Por esa situación se le dictó luego la prisión domiciliaria con tobillera electrónica bajo la imputación de presunta sustracción de menores. Los vecinos de Nono y de las localidades aledañas se movilizaron a Tribunales para reclamar contra la medida de la jueza Cúneo y también rodearon la casa de Constanza cuando ésta dispuso que los niños sean retirados del domicilio donde cumple la prisión domiciliaria. Pese a la represión, la movilización logró que los niños permanezcan con su mamá.

En una nueva avanzada de la Justicia la jueza resolvió ejecutar la orden de restitución del hijo menor de Constanza Taricco para que viaje con su padre a Alemania. Su hija mayor queda bajo la custodia de su abuelo materno con la perspectiva de una futura resocialización en Europa. Una nueva movilización de los vecinos convocada por la Mesa de DD.HH. Traslasierra -esta vez un corte de ruta que reunió a 200 personas- protestó contra la decisión de la Justicia y fue brutalmente reprimida, con un saldo de tres detenidos. Finalmente, el hijo más pequeño de Constanza viajó a Hamburgo para instalarse allí con el padre.

La Justicia muestra una vez más su carácter reaccionario condenando a Constanza y sus hijos a separarse sobre la base de los prejuicios que pesan sobre sus elecciones y posibilidades de vida. El proceso judicial, desde todo ángulo, se trata de un proceso arbitrario que desconoce los derechos de los niños y de las mujeres. La justicia "familiarista", lejos de cualquier avance de derechos, busca preservar la sujeción de las mujeres al hogar, al marido y de los niños, al padre de familia. Su carácter clasista le permite justificar sin ningún problema que el peso económico es la razón principal por la que pueden obligar a esos niños a separarse de su mamá con la que ellos quieren vivir.

Es fundamental que a la par de las instancias judiciales que llevará adelante Constanza se visibilice el caso y se acompañen las acciones de lucha que viene llevando la comunidad de Traslasierra.

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