Jubilados: seguir laburando para no morir de hambre

Escribe Charly Petrillo – Jubilados Clasistas

Tiempo de lectura: 2 minutos

La demolición del régimen previsional de la mano del FMI junto a todos los gobiernos de turno, con la complicidad de la burocracia sindical, ha llevado a millones de jubilados a la miseria económica, a la carencia absoluta de la atención de su salud, y a una insuficiente alimentación.

La situación ha conducido a que miles de jubilados sigan trabajando, no solo por el mito de mantenerse vitales y jóvenes sino por una necesidad imperiosa de vivir y mantenerse.

Un estudio del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (ODSA) aborda una serie de cuestiones sobre la calidad del empleo, el no pago de impuestos, la inseguridad alimentaria, que aquejan a los mayores de 60 años, y, en mayor medida a los que cobran los haberes mínimos. El estudio revela que los mayores de 65 años representan el 4,5% de la población ocupada (603.000 personas). De esta cifra surge que uno de cada tres tiene pleno empleo, en el caso de los hombres y en un de cada 4 en el caso de las mujeres, es decir prevalece el trabajo en “negro”. Según el informe “ninguna estadística es muy buena para los mayores de 60; no tanto si uno mira los estratos más altos, que -aclara el informe-salen a buscar trabajo para ´mantenerse activos´, sino en aquellos que sobrevuelan el mercado laboral por necesidad.”

El informe hace referencia al alza de 15 puntos en la última década del subempleo inestable, es decir el aumento del empleo precario, es decir cuentapropistas que no hacen aportes a la seguridad social o empleados a los que no se les hacen aportes. Casi un tercio de los mayores de 60 años (el 31,8%) en actividad laboral es un subempleado inestable. Este sector se vio obligado, especialmente en los últimos diez años, a dejar de pagar impuestos, servicios, algún tipo de cuota o el alquiler de su vivienda.

A este panorama se suman dos cuestiones fundamentales: una, la carencia de una atención médica acorde a las necesidades de los mayores de 60 años. El PAMI, con 5 millones de afiliados, manejado discrecionalmente por interventores de los distintos gobiernos de turno -muchos de ellos procesados por malversación de fondos- es absolutamente deficitario. La intervención actual ha profundizado el ataque a la salud de sus beneficiarios, limitando cada vez más las prestaciones y quitando la cobertura del 100% de medicamentos esenciales.

Aumento de emergencia a todos los jubilados de $ 700.000. PAMI y ANSES deben ser dirigidos por sus afiliados y trabajadores. Prestaciones y medicamentos al 100 %.

El viernes 18, a las 11 hs. marchamos al PAMI Central (Corrientes 655, CABA) por nuestros reclamos. Y todos los miércoles 15 hs. los jubilados nos convocamos en el anexo del Congreso Nacional.

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