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La toma en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) ha superado su tercera jornada, marcada por una avalancha de clases públicas impulsadas por sus docentes y estudiantes. Las actividades en la universidad tuvieron una repercusión nacional tras el ataque de la patota “fascistoide” enviada por encargo del gobierno liberticida.
El miércoles, tercer día de toma sostenida, tuvo lugar, además, una nueva asamblea para balancear el desarrollo de las actividades y darle impulso a la agenda de lucha planteada hasta el viernes. La concurrencia superó ampliamente a la del lunes, demostrando que el movimiento generado por abajo está en ascenso. Las intervenciones, en general, dieron lugar a este clima de confianza y fuerza que se hace presente en la conciencia de los participantes.
En la previa a la nueva asamblea, el rectorado de la Universidad emitió un comunicado anunciando que por la falta de presupuesto iba a cancelar las inscripciones para el año 2025 en dos carreras relacionadas: la tecnicatura y la licenciatura en informática. Esto causó un gran revuelo en la comunidad educativa que decidió impulsar un repudio a esta decisión en el marco de la lucha que estamos dando contra el gobierno nacional. La posición adoptada es un nuevo guiño al gobierno de parte de los rectores, que buscan profundizar las negociaciones con Pettovello en rechazo a las tomas que impulsa el movimiento estudiantil. Esta orientación es acatar sin chistar el proceso de privatización que como ha dicho Milei mismo “la universidad no será arancelada”, solo que no contará con docentes ni con recursos para su funcionamiento sin asociarse al capital privado.
El clima creado en la asamblea demostró, a su vez, el procesamiento de una experiencia con la conducción del centro de estudiantes (el PJ/kirchnerismo en alianza con la CEPA-PCR y el MUI-PC) así como las conducciones gremiales. En la asamblea del lunes se había previsto dejar la toma el jueves a la noche como consecuencia del paro universitario. Finalmente, se impuso en la nueva asamblea continuarla durante la noche del jueves, a pesar del rechazo de la conducción que culminó por votar a favor de la medida ante notar su situación de minoría. Lo mismo sucedió con el masivo rechazo a la decisión del rector Alfonso.
La asamblea dio cuenta de dos orientaciones claras, por un lado, la de subordinar el movimiento de lucha a las conducciones gremiales y los rectores; por el otro, una férrea decisión por abajo de impulsar el movimiento hasta sus últimas consecuencias en base a la deliberación en asamblea. Es una expresión práctica de la tendencia a la rebelión popular.
Desde Política Obrera venimos interviniendo en todo el proceso en defensa de las medidas de lucha, la toma y las clases públicas. Convocamos a preparar una gran movilización al centro de Quilmes el viernes desde las 17 hs. como conclusión de una semana de intensa lucha. Continuemos hasta la obtención de nuestras conquistas más sentidas.
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