Universidad de Quilmes: asamblea masiva rechaza las provocaciones de patota liberticida

Escribe Joaquín Antúnez

Se votó una semana de toma con clases públicas, cortes y movilizaciones.

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Una asamblea masiva, con más de 500 estudiantes, docentes y no docentes, inundó el ágora de la Universidad de Quilmes. Se resolvió la toma por una semana de la Universidad contra los agravios y provocaciones del gobierno hacia la universidad pública y sus trabajadores.

Pero la asamblea fue objeto de una agresión por parte de ´emisarios´ del gobierno de Javier Milei: un grupo de “liberfachos” irrumpió echando gas pimienta para intentar romperla. Los estudiantes y trabajadores presentes rechazamos la provocación, que luego los alcahuetes mediáticos del gobierno continuaron tergiversando completamente los hechos. “Agredieron a estudiantes de Milei (sic) en una universidad K”, tituló Clarín. Nahuel Sotelo, un alfil de Santiago Caputo, colocado hace escasas semanas al frente de la Secretaría de Culto y “Civilización” (sic sic), que sin que la patota hubiera abandonado la UNQ ya recorría los medios televisivos en horario central de la noche para “denunciar” violencia en contra su cría fascistoide.

La mano oficialista es evidente. Fue alentada por una larga serie de provocaciones por las redes sociales de encumbrados trolls oficialistas y azuzadas por el vocero presidencial, Manuel Adorni, convocando a “montar operativos para levantar las tomas”. La patota que llegó a la UNQ lo hizo con el claro propósito de montar una provocación política y física para deslegitimar nuestras acciones en defensa de la universidad pública. La provocación liberticida incluyó el uso de un potente gas pimienta, que no es de fácil acceso ni venta libre. Han circulado capturas de chats donde “referentes” libertarios convocan a sus seguidores a participar “con tranquilidad” de estas agresiones “porque el Ministerio de Seguridad se encuentra entregando gas pimienta y picanas eléctricas”. Las responsabilidades políticas, reiteramos, llegan a las altas esferas del gobierno. Lo cierto es que el gobierno es consciente que esta extensión de las tomas y asambleas son un golpe a su política.

Tras superar este incidente, la asamblea resolvió por unanimidad la ocupación de la universidad por toda la semana, acompañada por clases públicas, cortes, un festival el jueves en el marco del paro nacional del frente sindical universitario y una movilización el viernes al centro de Quilmes. Las próximas asambleas tendrán lugar el miércoles y el viernes para, con una mayor participación, fortalecer y darle continuidad a todas las acciones de lucha votadas.

El proceso de tomas y asambleas que recorre el país se ha levantado como una reacción a los ataques y provocaciones del gobierno. Los debates truchos restringidos al Congreso han parido una deliberación genuina por abajo. Es un síntoma de despertar político.

Convocamos a toda la comunidad educativa de la universidad, los institutos y secundarios de la zona a sumarse a estas actividades. ¡Viva la rebelión educativa!

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