Escribe Olga Cristóbal
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En un mes de matanzas continuas, se calcula que el ejército israelí ha aniquilado a unas 100.000 personas del norte de Gaza; quedan otros 80.000 que están siendo exterminados por hambre.
Cientos de civiles han sido asesinados en sus casas. Van casa por casa y acorralan a los residentes, separando a hombres, mujeres y niños en tres grupos y obligándolos a meterse en zanjas excavadas por excavadoras del ejército. El ejército detiene a algunos, ejecuta a otros y desplaza al resto. El ejército israelí informó de 1.500 “combatientes” ejecutados.
Human Rights Watch, la ONG derecho humanista más importante de Estados Unidos, calificó esta semana por primera vez de “limpieza étnica” la invasión israelí a la Franja.
"El ejército israelí está llevando a cabo una limpieza étnica en el norte de Gaza", sentencia también un editorial de Haaretz, uno de los principales diarios de Israel. “No queda ni una sola casa a la que la población pueda regresar”, escribe su corresponsal (10/11).
Desde que el ejército israelí lanzó su ataque contra el norte de Gaza el 5 de octubre pasado está aplicando el llamado «Plan de los Generales», propuesto por un grupo de altos mandos militares israelíes según un proyecto del general retirado israelí Giora Eiland.
En los primeros meses de la guerra contra Gaza, Eiland argumentó que la zona al norte de la ciudad de Gaza -Jabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun- debía vaciarse de todos los civiles mediante desplazamientos masivos e inanición deliberada. Quienes se quedaran serían considerados combatientes enemigos y sería asesinado o moriría de hambre porque no se permitiría la entrada de alimentos ni ayuda humanitaria.
Dos semanas antes de que comenzara la invasión a la gobernación del norte, Netanyahu les dijo a legisladores israelíes que estaba considerando el vaciamiento de Gaza, el Plan de los Generales. Haaretz apunta que, en lugar de hablar del "Plan de los Generales, se debería hablar de las 'órdenes de Netanyahu', responsable de los crímenes de guerra cometidos por las FDI en nombre de la 'Guerra del Renacimiento': la expulsión de los palestinos, la destrucción de sus hogares y los preparativos sobre el terreno para una ocupación y un asentamiento judíos prolongados", señala en su editorial.
Al comienzo de la invasión del norte, las organizaciones de rescate pedían al mundo que salvara a los 200.000 civiles asediados por los bombardeos del ejército, que expulsó a las organizaciones internacionales e impide que los equipos de rescate socorran a los heridos. Ahora piden al mundo que salve a las 80.000 personas que quedan en el norte.
El asalto israelí se concentra en el campo de refugiados de Jabalia, la tercera invasión del campo desde el comienzo de la guerra, además de las ciudades de Beit Lahia y Beit Hanún.
“Estas zonas son escenario de bombardeos incesantes, detenciones masivas, ejecuciones sobre el terreno, tratos degradantes e inhumanos, desplazamientos forzosos a escala masiva y ataques sistemáticos contra hospitales, según numerosos testimonios de testigos presenciales recogidos por Mondoweiss (4/11).
El ejército también destruyó el sistema sanitario, impidiendo la entrada de alimentos y medicinas y atacando deliberadamente a los equipos de rescate. Bombardearon una semana el hospital Kamal Adwan de Beit Lahia, lo vaciaron, detuvieron a prácticamente todo su personal y dejaron sólo a un puñado de médicos.
La mayoría de los desplazados se han trasladado a la ciudad de Gaza, justo al sur de la gobernación del norte de Gaza. «Había unos 100.000 ciudadanos en el norte de la Franja de Gaza... ahora quedan unas 80.000 personas. El número sigue disminuyendo con las matanzas y los bombardeos», explica a Mondoweiss Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil de Gaza. «Los que quedan están en peligro inminente. Llevan cerca de un mes sin agua, comida ni medicinas. El único destino al que se enfrenta la población del norte de la Franja de Gaza
Confirmado la limpieza étnica, el Jerusalén Post informó que la 162 División del ejército israelí ha «terminado de desmantelar completamente los tres batallones de Hamás» en el campo de refugiados de Jabalia, alegando, sin pruebas, la muerte de más de 1.000 combatientes y la detención de 500 más.
El ministro de Defensa sionista informó que no se permitirá el retorno de los desplazados y que el ejército permanecerá en el norte. El portavoz militar Yitzhak Cohen declaró que no se permitiría la entrada de más ayuda humanitaria en el norte puesto que «ya no quedan civiles».
En setiembre, Naciones Unidas calculó que unos 400.000 civiles no podían o no querían cumplir las órdenes de evacuación israelíes. Los 80.000 que quedan se encuentran bajo amenaza de exterminio.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, un ultrareligioso y colono en las tierras palestinas ocupadas, dijo en una reunión de su partido Sionismo Religioso que tanto Gaza como Cisjordania les serán “arrebatados para siempre” a los palestinos y agregó que “2025 es el año de la soberanía en Judea y Samaria”, que es como llama a Cisjordania. (LN 13/11).
“Estábamos a un paso de aplicar la soberanía sobre los asentamientos en Judea y Samaria y ahora ha llegado el momento de hacerlo”, dijo Smotrich -que también es ministro adjunto en el Ministerio de Defensa, con competencia sobre la Cisjordania ocupada.
Smotrich no aclaró qué destino piensa para los cinco millones de palestinos que residen en esos territorios, aunque en otras oportunidades propuso que se facilitara “su traslado” (sic) a otros países.
“Hoy existe un amplio consenso en la coalición (de Gobierno) y en la oposición (...) contra el establecimiento de un Estado palestino que pondría en peligro la existencia del Estado de Israel”, añadió. “La victoria de Trump también trae una oportunidad importante”, dijo Smotrich,
Este año, los colonos batieron “récords de apropiación de terrenos palestinos, después de que Israel declarase más de 2.300 hectáreas en Cisjordania ocupada como tierras estatales, mecanismo que emplea, junto a la denominación de reservas naturales y zonas de entrenamiento militar, para expulsar a más población palestina y controlar territorio”.