Cavallo promueve el levantamiento del cepo y la devaluación del peso

Escribe Julio Gudiño

Tiempo de lectura: 3 minutos

En un seminario virtual de fines de diciembre de 2024, organizado por el Banco Comafi, Domingo Cavallo, ministro de economía de Menem y De La Rúa, mentor de la convertibilidad y del corralito, aborda detalladamente algunos puntos de las contradicciones capitalistas insalvables de la política económica y monetaria del gobierno Milei-Caputo.

De entrada, saluda fervientemente el ajuste fiscal que hizo Milei porque, dice, logró equilibrar las cuentas públicas y a partir de allí generar superávit primario fiscal financiero, y esto constituye un punto de apoyo para garantizar el pago de la enorme deuda pública con acreedores extranjeros. El mega ajuste fiscal contra los salarios y jubilaciones, el gasto social, el empleo, la salud y la educación se hizo, dice Cavallo, sin que el gobierno se tope con una rebelión popular generalizada. Está cuestión lo desconcierta porque no considera que Milei contó, para imponer este ajuste, con la colaboración de clases infinitas de la CGT y CTAs que trabajaron sistemáticamente para evitar la mayor unidad de la clase obrera y el desarrollo de la tendencia a la huelga general. Ésta es la carta fuerte de Milei ante el conjunto de la clase capitalista y el imperialismo. Sin embargo, la deuda pública externa no se paga con pesos del superávit fiscal sino con dólares y los dólares seguirán escaseando si el gobierno no abre el cepo comercial y financiero, según Cavallo – el talón de Aquiles del plan económico del gobierno, para el exministro de Menem y la Alianza, es la sobrevaluación del peso.

Como consecuencia de intervenir en el mercado de cambios el peso se encarece y el dólar se debilita, y como el gobierno no elimina las retenciones a las exportaciones agrarias la burguesía agraria y el capital financiero a ella asociada pierde competitividad (rentabilidad). Si esta situación no se corrige no habría posibilidad alguna de reactivación de la economía, de generar ingreso de dólares y garantizar el pago de la deuda sin recurrir a refinanciamientos eternos o nuevos préstamos.

Respecto de la política económica general del gobierno Milei, Cavallo caracteriza la consigna de la “dolarización” y la “desaparición del BRCA” como un buzón de campaña electoral y que Milei opto por la opción “sensata”: el bimonetarismo, que también defiende Cristina Kirchner. Este bimonetarismo sui generis puede sobrevivir a condición de un flujo constante de ingreso de capitales, el pago de la deuda pública y el crecimiento económico. Sin embargo, los capitales no vendrán sin levantamiento del cepo comercial y cambiario que llevaría a una devaluación en regla que Cavallo estima en un 30% aunque para conocer la tasa de devaluación real, dice, primero hay que eliminar el cepo y el mercado dará su veredicto. La devaluación del peso mejoraría la competitividad de la burguesía exportadora agraria y ello “derramará” sobre los otros sectores de la economía.

Milei cacarea con el cierre de la brecha cambiaria pero no levanta el cepo porque teme que la devaluación y la suba de precios subsiguientes representan el aliciente necesario al desarrollo de una lucha de conjunto y de masas de los trabajadores contra su gobierno. El plan de Milei es ajuste y devaluación y el plan que promueve Cavallo, para completar la faena de Milei, es devaluación y ajuste.

En conclusión, Cavallo y la Fundación Mediterránea promueven ir a fondo con el plan de guerra de Milei contra los trabajadores: devaluar para dar una vuelta de tuerca más al ajuste en curso. Para Cavallo ahora es el momento de levantar el cepo y devaluar porque hay “estabilidad cambiaría y el blanqueo de capitales”. De lo contrario, ell mercado impondrá a término una corrida contra el peso. Consultado acerca de la cuantía del atraso cambiario, Cavallo confía que rondaría 30-40% y no impactaría bruscamente en los precios internos, pero sí tendría un impacto muy positivo en la dinámica exportadora de los sectores externos, o sea, que se incentivaría el aumento de la producción de las exportaciones y por lo tanto el ingreso de divisas.

La burguesía está discutiendo un "service" a la política económica de Milei y a término, una alternativa.

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