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El lunes por la noche, en su editorial de Odisea, el periodista Carlos Pagni habló de “revuelo en la Aduana” por el caso de un vuelo privado de lujo procedente de Miami cuyo equipaje, “por órdenes de arriba”, no fue revisado. A bordo viajaba, entre otros, Laura Belén Arrieta, una exazafata que habría jugado algún papel en la Conferencia de Acción Política Conservadora, realizada en diciembre pasado en el Hotel Hilton, donde se fotografió con Javier Milei. En la CPAC participa el "núcleo duro" del Gobierno -empezando por los Milei y Santiago Caputo-. “Ella habría llegado desde Miami con una cantidad de valijas. Aunque no se sabe cuántas, sí eran muchas. Y cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Aduana realizaron un operativo, hubo una orden de arriba que indicó que no se revisara nada. En la Aduana dan por seguro este episodio”, señaló Pagni. La nave permaneció en un hangar de Aeroparque durante una semana y luego continuó su trayectoria hasta Paris, Francia. La información no fue desmentida por las autoridades aduaneras. Si bien aseguraron que se cumplió el protocolo, admitieron el inicio de un sumario interno.
El asunto ha sacado a la luz nuevamente los vinculos de camarilla de los Milei y sus acólitos con el lumpenaje de la derecha internacional.
Arrieta, de 32 años, integró el comité organizador del mitín de la CPAC. Es empleada de las empresas OCP Tech y COC Global Enterprise. Su empleador, Leonardo Scatturice, es señalado como el mentor de haber convertido a la CPAC “en la meca de las derechas en el mundo” (La Nación, 12/3). “Se trata de un empresario tecnológico radicado en Miami que se integró a la cúpula de la CPAC en los Estados Unidos gracias a sus vínculos con Matt Schlapp -un activista y lobista nacido en Kansas, exdirector de Estrategia Política de la Casa Blanca- y a Barry Bennet, uno de los principales gurúes de Donald Trump”. La aeronave que trajo a Arrieta al país proveniente de Miami y su misteriosa carga, pertenece, precisamente, a la firma COC Global Enterprise.
Gracias a sus buenos lazos con el trumpismo, Scatturice “les abrió puertas a los libertarios en Washington” (ídem). En octubre de 2024, Clarín identificó a Scatturice como un exagente de la SIDE que tendría lazos con Santiago Caputo y sería el responsable de haber propuesto a Andrés Vázquez para la DGI. Se radicó en Estados Unidos hace cinco años. Es “experto” en “antilavado”. “Cuando, hace más de una década, Scatturice vivía en Buenos Aires, era el CEO de una agencia de inteligencia privada llamada C3 Consultings que en 2012, en medio de la guerra de espías del kirchnerismo, fue investigada en una causa que se conoció como Dark Star” (LN, 11/3).
Por otro lado, el hermano de la valijera Laura Arrieta, Fernando Arrieta, es titular de la Fundación Dale, desde donde "asesora" a Karina Milei y al "armador" bonaerense de La Libertad Avanza, Sebastián Pareja. A Arrieta Fernando se lo vio “en la primera fila de la CPAC de Buenos Aires junto a Daniel ´Gordo Dan´ Parisini, el líder de los trolls de Caputo y Romo” (La Política Online, 11/3). El mismo medio asegura además que Arrieta estuvo en la Rosada en dos ocasiones reunido con Santiago Caputo.
El ´valijeo´ parece ser una de las ocupaciones más comunes entre quienes transitan por la Casa Rosada. Basta recordar, a principios de los años 90, a la valijera menemista Amira Yoma. Más tarde llegarían los bolsos que ´valijeaba´ el luego ´arrepentido´ Leonardo Fariña para Néstor Kirchner y el emisario venezolano Antonini Wilson, con su valija repleta de dólares para la campaña de Cristina Fernández. ¿Esta valijera libertaria tendrá que ver con la criptoestafa que protagonizó Milei? No olvidemos que Hayden Davis, el organizador del millonario fraude de $Libra, aseguraba tener en su poder 100 millones de dólares “de la Argentina” y estar aguardando “órdenes”.
La Coalición Cívica ha expedido un proyecto de “pedido de informes”. Al igual que otras iniciativas parlamentarias relacionadas con la criptoestafa, probablemente caiga en saco roto. Al menos hasta que la crisis política se abra paso, al calor de la corruptela que recorre al Gobierno, estará el derrumbe de la economía y los salarios y los desastres como los de Bahía Blanca, donde la responsabilidad de todos los gobiernos de turno es indeleble.