Atlántico Sur: el gobierno entrega el petróleo y las Malvinas a la OTAN

Escribe Lucas Giannetti

La “doctrina Plaza” abandona el reclamo de soberanía.

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El gobierno liberticida avanza a paso firme en la entrega de los recursos naturales de las Islas Malvinas y el Atlántico Sur.

Sobre el espacio marítimo que rodea a las Islas Malvinas yacen 1.700 millones de barriles de petróleo, valuados en aproximadamente 127.000 millones de dólares, mientras la Argentina importa combustible anualmente por un valor de 5.000 millones de dólares. Las exploraciones dieron cuenta de estos yacimientos en 1998.

Sobre este millonario botín hidrocarburífero ya hay proyectos de explotación del yacimiento que se encuentra dentro del llamado “limite exterior” de la plataforma continental del Estado argentino. Las empresas que se han anotado para llevar adelante el proyecto son la británica Rockhopper Exploration, con sede en Londres y que cuenta con accionistas de fondos de inversión de EE.UU. y Europa y la israelí Navitas Petroleum, especialista en la explotación marítima de crudo, que está integrada por capitales sionistas y estadounidenses y mantiene contratos militares con el gobierno del Reino Unido. La empresa israelí ha comprado la mayor parte del paquete accionario (hasta el año pasado poseía el 65% de las acciones) con lo cual, el mayor flujo de ganancias se dirigirá hacia Israel y Estado Unidos (The Telegraph, 30/06/2024). Según ha trascendido, el proyecto estima la extracción de 300 millones de barriles de petróleo en los próximos 30 años, lo que equivale a una ganancia estipulada en 25 mil millones de dólares. Por su parte, el gobierno británico obtendrá en concepto de regalías 6.000 millones de dólares.

Nativas Petroleum ha dado a conocer que en 2026 comenzará con la explotación de 23 pozos en la zona norte de las Islas Malvinas, en el yacimiento conocido como León Marino, a casi 300 kilómetros de territorio insular, región calificada como de “calidad mundial”, por la calidad y la cantidad de reservas. La empresa israelí se encuentra en la ilegalidad ya que en 2022 la Secretaría de Energía, por medio de la resolución 240 resolvió la inhabilitaciion por 20 años a partir de que la empresa desarrolló actividades sin permiso previo en la plataforma continental argentina. Esta situación ha sido subsanada por el gobierno kelper, que le ha otorgado una licencia de carácter ilegal para que pueda operar libremente (Página/12, 23/04). La entrega del gobierno de los Fernández preveía permisos para la explotación de los recursos naturales y “mantuvo el litigio, convenientemente circunscripto al ámbito privado, para que esto no obstaculice el entendimiento que estaba llevando a adelante con el Estado sionista de Israel”

“Los isleños podrían beneficiarse de millones de libras en regalías e impuestos sobre las ganancias, lo que podría transformar toda la economía de las islas, que actualmente dependen de la cría de ovejas y la pesca”, había anticipado The Telegraph (30/04/24).

Uno de los puntos en conflicto es el de impacto ambiental. La ordenanza de las Islas Malvinas sobre minerales en alta mar, estipula que los proyectos de extracción deben sortear una Evaluación de Impacto Ambiental. El diario británico The Telegrapfh, también en 2024, advirtió sobre una posible crisis en torno a la explotación de las reservas en cuestión, ya que, “los planes podrían ser políticamente vergonzosos para el Reino Unido. La cantidad de petróleo producido abriría un enorme agujero en las promesas del Reino Unido de reducir las emisiones”. El primer Ministro Keir Starmer y el laborismo, han hecho bandera, en la campaña electoral del pasado año, con una rápida transición a la emisión cero de CO2 (dióxido de carbono), y, a su vez, prometieron prohibir nuevas explotaciones de petróleo y gas en aguas bajo control del Reino Unido. La coartada del gobierno laborista se encuentra en que es la administración que se ocupa de las islas la que tiene voz y voto sobre los derechos de perforación en las aguas aledañas a las islas. Por su parte, John Birmingham, titular adjunto de la cartera de recursos naturales, sobre esta cuestión sentenció que “los hidrocarburos en alta mar tienen el potencial de ser una parte importante de nuestra economía en las próximas décadas” (Ídem), borrando de un plumazo uno de los puntos del programa laborista en pos de las suculentas regalías a recibir a futuro. La gobernación de las Islas Malvinas recibió el informe presentado por Nativas, en el que se puede leer que “continuará haciendo todo lo que sea razonablemente posible con respecto al monitoreo y la gestión para minimizar los impactos/riesgos ambientales durante las Fases 1 y 2 de Desarrollo”, agregando que “las evaluaciones de impacto y riesgo se revisarán periódicamente para garantizar que los controles permanezcan vigentes y que las actividades que conducen a impactos y riesgos potencialmente significativos estén sujetas a una mejora continua cuando existan oportunidades” (Agenda Malvinas, 28/04). Así justifica Nativas la rapiña de recursos naturales en el Atlántico sur.

El nombramiento por parte de Milei de Mariana Plaza, quien promueve lo que en Cancillería es denominado como “doctrina Plaza”, como embajadora argentina en el Reino Unido, representa un apoyo “(a)l acercamiento a las autoridades británicas para cooperar en diferentes áreas a cambio del abandono del reclamo por las Islas Malvinas.” (LPO, 28/04).

Con la pandilla libertaria en el poder se acentúa la tendencia a que las Islas Malvinas se conviertan definitivamente en una base militar y petrolera al servicio del imperialismo y la guerra.

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