Escribe Olga Cristóbal
Tiempo de lectura: 4 minutos
El genocida Benjamin Netanyahu declaró el lunes que Israel está “en vísperas de una entrada enérgica en Gaza”. El gabinete de seguridad aprobó un nuevo plan para enviar decenas de miles de soldados a la Franja con el fin de ocupar el territorio. La ocupación militar es necesaria, dijo, “para impedir que Hamás recupere los territorios”.
Netanyahu afirmó que los altos mandos del ejército habían recomendado la escalada “intensiva (…) dar los pasos definitivos”. Y añadió que ayudaría a traer de vuelta a los rehenes que siguen retenidos en Gaza.
A la fecha, los gazatíes solo pueden acceder efectivamente al 31 % del territorio, según Naciones Unidas. Y el ejército israelí impide desde hace dos meses la entrada de todo alimento, electricidad, medicamentos o combustibles, lo que ha aumentado la desesperación y el hambre de la población, además de algunos saqueos de galpones con alimentos.
Netanyahu anunció que pretenden “reubicar” a dos millones de palestinos en una exigua franja en el sur, árida y absolutamente improductiva. Con el cinismo que los caracteriza, Effie Defrin, portavoz militar israelí, pronosticó “un amplio ataque, que implicará el traslado de la mayor parte de la población de Gaza para su protección en una zona libre de Hamás”. El ministro de Guerra, Israel Katz, describió la operación como “hacer Gaza más pequeña y más aislada”.
Tel Aviv informó que la ofensiva comenzaría gradualmente, a la espera de las negociaciones de alto el fuego que se están llevando a cabo antes del viaje del presidente Trump a la región la próxima semana, para reunirse con varios líderes árabes. (NYT 6/5). Sin embargo, si no se alcanza un acuerdo pronto, “la operación terrestre ampliada comenzará en serio” (sic).
Mientras tanto, decenas de miles de reservistas militares (EP, 4/5) comenzaban a recibir su llamada a filas, algunos por séptima vez desde octubre de 2023. “Existen muchas dudas sobre la capacidad de reclutamiento de las autoridades”, apunta El País. La convocatoria se realiza a dos semanas de que miles de reservistas, incluidos algunos excomandantes en jefe, exigieron públicamente el retiro de las tropas de Gaza y un canje efectivo de los rehenes.
En un comunicado emitido el lunes, la organización que representa a las familias de los rehenes instó al Gobierno a no ampliar la guerra. “La ampliación de las operaciones militares pone en grave peligro a todos los rehenes”, afirmaron. “Imploramos a nuestros responsables políticos: den prioridad a los rehenes. Lleguen a un acuerdo. Traiganlos a casa, antes de que sea demasiado tarde”.
Otras voces, como la de Yair Lapid, líder de la oposición israelí, han expresado sus dudas. “Me temo que la intensidad de los combates dictará el destino de los rehenes”, dijo Lapid en la Radio del Ejército israelí. “¿Por qué están llamando a los reservistas? Prolongar el servicio regular y todo ello sin definir un objetivo: así no se gana una guerra”.
En otro viraje que apela a la hambruna como arma de guerra, el gabinete también aprobó un mecanismo militar de distribución de ayuda humanitaria que ha sido unánimemente rechazado por la ONU y todas las organizaciones humanitarias internacionales. Todas dijeron que no participarán del plan. Una ONG fantasma, recién creada en Suiza, es la única que cooperará. También empresas de seguridad norteamericanas.
El objetivo sionista es separar a Hamás de la distribución de alimentos, “creando un vacío civil y humanitario en Gaza que conduzca al caos y la anarquía”, afirma Mondoweiss. Israel ha asesinado bomberos, médicos, enfermeros, docentes, personal de primeros auxilios, agentes humanitarios, de policía y otros funcionarios públicos para precipitar un colapso social total. Busca propagar la criminalidad o gestar un liderazgo proisraelí basado en “clanes”, “familias mafiosas”, en lugar de Hamás. No es nuevo: es lo que hicieron los norteamericanos en Iraq, en Afganistán, en Somalía.
Los israelíes lo intentaron varias veces desde 2023 y chocaron con el cerrado rechazo de las familias y clanes tradicionales. Entonces apelaron al asesinato directo de los funcionarios vinculados a la atención de la población. Faiq Mabhouh, director de operaciones de la policía de Gaza, fue asesinado por Israel en el hospital al-Shifa el 18 de marzo de 2024 por su papel en la lucha contra las bandas de saqueadores y por facilitar la entrega segura de la ayuda al norte de Gaza.
Después, Israel lanzó una serie de asesinatos selectivos de más de un centenar de miembros de los comités populares que colaboraban en la entrega de la ayuda. Tras esos ataques, los comités se disolvieron, incapaces de garantizar la seguridad de sus miembros.
“En esos últimos meses, el saqueo y el bandolerismo bajo la mirada del ejército israelí se convirtieron en algo endémico”. Son los grupos que saqueaban los convoyes de ayuda humanitaria y mataron a los funcionarios que los acompañaban ante los ojos complacidos del ejército sionista. Bandas de cientos de hombres armados se concentraron principalmente en la zona de Rafah. Ahora, con decenas de adultos y niños muertos de inanición, con por lo menos 64.000 niños con desnutrición grave, Israel se ilusiona con montar un aparato delincuencial que controle la Franja según sus designios.
“Cada vez hay más pruebas procedentes de informes locales que demuestran que Israel está fomentando activamente y posiblemente armando a estas bandas mientras saquean los escasos recursos alimentarios, y luego ataca y mata a quienes intentan detener los robos” señala Mondoweiss 7/5.
Muchas de las bandas cuentan con el apoyo aéreo de drones israelíes. Los saqueos no son espontáneos, coinciden exactamente con la aparición de aviones de combate en el cielo. Algunos de los grupos de saqueadores están armados y actúan directamente bajo las órdenes de las fuerzas israelíes. La semana pasada mataron a varios agentes de policía y civiles que protegían mercados y almacenes de alimentos en la ciudad de Gaza.
Según Haaretz, “el Gobierno espera que, si se debilita el control interno de Hamás, tomen el poder bandas armadas no leales a la organización, los llamados clanes”.
Sin embargo, los nuevos planes del gabinete de guerra enfrentan un importante obstáculo: la falta de efectivos activos. A mediados de abril, el diario israelí Yediot Ahronot informó que el recién nombrado jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, advirtió a los ministros del gabinete de guerra que el ejército israelí no cuenta con suficientes soldados “para alcanzar todas sus ambiciones”.
Continúa la masacre sionista en Gaza y Cisjordania Por Olga Cristóbal, 03/05/2025.
Netanyahu avanza en el propósito de “echar a los palestinos al mar” Se agrava el conflicto entre un sector de la Reserva y los Servicios de Seguridad, de un lado, y el Gobierno del otro. Por Olga Cristóbal, 19/04/2025.